El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha instado este martes al Gobierno a impulsar los impuestos verdes para combatir la crisis climática. "La política fiscal puede y debe desempeñar un papel preeminente en la gestión de la transición hacia una economía más sostenible", ha defendido. Son los Ejecutivos y los Parlamentos, ha argumentado, los que tienen la "legitimidad necesaria para marcar la senda de este proceso de transformación".

El Gobierno ha expresado varias veces su compromiso de relanzar la fiscalidad verde, hasta ahora emprendida mayoritariamente por las comunidades autónomas con gran dispersión, pero de momento solo ha concretado de forma clara su intención de grabar el diesel. En este contexto, el gobernador ha recordado que el Climate Leadership Council ha sostenido que un "impuesto al carbono supone la palanca más eficiente en términos de coste para reducir las emisiones de carbono en la magnitud y velocidad que son necesarias".

En unas jornadas sobre finanzas sostenibles del Club Español de la Energía, Hernández de Cos ha considerado clave decidir qué uso darle a la recaudación obtenida por estos impuestos. "Y ello tanto desde una perspectiva económica, fomentando la innovación tecnológica y la adopción de tecnologías limpias, como desde una perspectiva social, compensando a los perdedores del proceso de transición", ha defendido.

COSTES SOCIALES

Así, ha venido a oponerse a que lo ingresado se destine a otros fines distintos de los propiamente medioambientales, como reducir el déficit y la deuda. "En mi opinión la política fiscal debe desempeñar un papel preponderante en la gestión del cambio climático, tanto para desincentivar las actividades más perjudiciales para el medioambiente como para impulsar las inversiones que serán necesarias para desarrollar tecnologías más limpias y, también, para paliar los costes sociales de la transición", ha resumido.

En la transición ecológica, ha advertido, habrá "personas, sectores e incluso países cuyo bienestar se verá inevitablemente reducido, al menos en la fase de transición". Para combatirlo, ha añadido, los responsables de la política económica deben identificar a los colectivos que tengan más posibilidades de sufrir las consecuencias y tomar medidas que mitiguen los efectos negativos.

'ECOPOSTUREO'

El gobernador ha considerado clave determinar qué activos pueden llevar etiqueta verde y qué activos no para evitar el "ecopostureo". Asimismo, ha defendido que los bancos deben incorporar a los "precios de sus productos y servicios los riesgos asociados al cambio climático y, de esta forma, contribuir a dinamizar el proceso". La exposición de las entidades financieras españolas a los sectores potencialmente más afectados por los riesgos a la transición climática, ha recordado, representa en torno al 20% de su exposición total a actividades productivas.

Estos sectores, ha explicado, sufrieron un alza de la morosidad durante la crisis menor que la media y sus impagos ya están al nivel de la época anterior a la Gran Recesión, todo ello gracias a su mayor rentabilidad. "Pero, en un escenario de internalización de los costes sociales, esa ventaja de rentabilidad prácticamente desaparecería y, con ella, el diferencial de riesgo. Y esto debe ser tenido en cuenta por las entidades financieras a la hora de tomar sus decisiones", ha advertido.