Los bancos europeos afrontan la pandemia del coronavirus en una posición mucho más sólida de la que tenían al comienzo de la Gran Recesión del 2008-2013. Toda crisis, sin embargo, implica que sus clientes (empresas y hogares) van a tener problemas de pago, con el consiguiente alza de la morosidad, además de provocar que sus activos en balance, como los inmobiliarios, puedan perder valor. Para afrontar las pérdidas que ello les ocasionará, algunas de las principales entidades financieras del continente han empezado a anunciar estos días recortes del dividendo que pagan a sus accionistas y otras muchas están planteándose seguir sus pasos.

Pagar un dividendo menor permite a las entidades retener una parte mayor de sus beneficios para aumentar el capital, que a su vez les sirve para absorber pérdidas. Los bancos, además, deben reservar capital para dar créditos, con lo que cuanto mayor sea su nivel de solvencia de partida ante de absorber los quebrantos causados por la enfermedad, mayor margen tendrán para conceder préstamos.

La patronal bancaria europea EBF confirmó ayer que ha comunicado al Banco Central Europeo (BCE) que las entidades del continente «van a priorizar la solvencia para poder financiar la economía». La asociación apuntó que algunos bancos podrían reducir el dividendo del 2019 anunciado pero todavía no aprobado por las juntas. De cara al 2020, defendió que las entidades no deberían remunerar a los accionistas de forma adelantada, sino esperar a final de año para decidir. Tres bancos españoles han estado entre los pioneros.

En línea con los pasos dados por Santander y CaixaBank, Bankia anunció ayer que no pagará este año el dividendo extraordinario que tenía previsto abonar a sus accionistas, con lo que ha dejado en suspenso y «condicionado al efecto que pueda tener» el coronavirus su compromiso de retribuir a los propietarios con 2.500 millones de euros entre el 2018 y el 2020. También advirtió de que el pago con cargo a los resultados del presente ejercicio, que abonará a comienzos del 2021, se abordará con la «máxima prudencia».

Han tomado medidas similares empresas de otros sectores como Inditex, Repsol, Aena, Amadeus o Airbus.