No podía ser más inoportuna. Los contribuyentes no suelen recibir nunca la campaña de la renta con los brazos abiertos, pero la que comienza el próximo miércoles 1 de abril no podía producirse en peores circunstancias, en plena declaración de estado de alarma por la propagación del coronavirus, con gran parte de la población confinada en sus hogares desde hace dos semanas, una paralización generalizada de la actividad económica y cientos de miles de trabajadores afectados por despidos temporales (ertes).

A pesar de las constantes peticiones de una moratoria fiscal de al menos tres meses por parte de patronales así como de organizaciones como el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) y otras entidades profesionales y empresariales, Hacienda mantiene el calendario.

GESTHA PIDE PRÓRROGA / El sindicato de técnicos de Hacienda, Gestha, por su parte, reclama que se prorrogue hasta finales de septiembre el cierre de la campaña. Eso, dicen, facilitaría que las personas mayores -que son sobre todo las que continúan optando por la vía presencial- «podrían recibir una atención adecuada y sin riesgos para su salud en las oficinas, donde a priori se podrán presentar los borradores, con cita previa, a partir del 13 de mayo».

Los técnicos destacan que la AEAT se alinearía con el fin de plazo de la declaración de la Renta aprobado por la Hacienda foral de Guipúzcoa y de Álava, y las personas mayores. Asimismo, subrayan que la prórroga facilitaría a otros 4,9 millones de declarantes que puedan acudir a su asesor fiscal, entre los que se encontrarían los 3,1 millones de autónomos, incluidos los del sector agropecuario, que deben recoger la documentación de sus negocios, teniendo en cuenta que en julio los asesores están centrados en las declaraciones del Impuesto sobre Sociedades y que agosto tradicionalmente es un mes vacacional también para la asesoría tributaria.

En el caso de este colectivo, los técnicos de Hacienda piden un plazo excepcional para que los autónomos puedan renunciar al régimen de módulos antes del 20 de abril.

Por su parte, el argumento de Hacienda es que de las más de 20 millones de declaraciones que se presentarán (será el segundo ejercicio en el que se superará esa cantidad) casi tres de cada cuatro (más de 14 millones) tienen derecho a devolución, es decir, más un 70% del total. El objetivo, por tanto, siguiendo esta tesis, es que se presenten telemáticamete lo antes posible para poder obtener la devolución a partir del 3 de abril. El año pasado, en la campaña correspondiente al 2018, la primera en la que se suprimió la presentación con papel y se sobrepasaron los 20 millones de declarantes impulsados por la mejora en el empleo, durante las dos primeras semanas de abril se retornaron 1.237 millones a poco más de dos millones de contribuyentes. Además, recuerdan, casi el 90% de las declararaciones se presentan ya por internet.

Desde el pasado lunes 23 de marzo se pueden consultar ya los datos fiscales desde cualquier dispositivo, obtener el número de referencia y suscribirse a la aplicación Agencia Tributaria. Una de las novedades es que la campaña Le llamamos, mediante la cual Hacienda se pone en contacto con el contribuyentes por teléfono previa petición de este para hacerle la declaración, se retrasa hasta el 7 de mayo. Además es una ayuda que desde Gestha han pedido que se amplíe por el confinamiento de la población. Podrá solicitarse a partir del 5 de mayo. La campaña presencial comenzará el próximo 13 de mayo, según las previsiones iniciales, aunque, por ahora, las oficinas de la Agencia están cerradas al público debido a la declaración del estado de alarma.

Sin apenas novedades / A nivel de normativa, la campaña del 2019 presenta escasas novedades. En todo caso, una de las más relevantes es que quienes ingresan menos de 14.000 euros anuales no tienen la obligación de presentar la declaración del IRPF cuando tienen dos o más pagadores. Hasta el 2018, la suma era de 12.643 euros. A su vez se mantiene la obligatoriedad de hacerlo para quienes ingresan más de 22.000 euros. En la campaña del 2018, que tuvo lugar en la primavera del año pasado, la Agencia Tributaria recibió 20.695.003 declaraciones, con un incremento del 3,5%, de las que 14,5 millones (el 3,65% más) tuvieron derecho a devolución y 5,4 millones (el 2,55% más) resultaron a ingresar.

Durante la campaña anterior, el fisco ingresó 11.516 millones y tuvo que devolver 10.59, con lo que resultó una cuota diferencial de 920 millones. Los ingresos aumentaron el 15,3% por el alza de las rentas que no están sujetas a retención, especialmente los aumentos patrimoniales. El ritmo de aumento del importe por devoluciones fue de la mitad, con el 7,6%.

Como en la campaña anterior todos los contribuyentes, cualquiera que sea la naturaleza de las rentas obtenidas, podrán obtener el borrador y elaborar la declaración on line a través del servicio de tramitación del borrador/declaración (RentaWeb), tras aportar, en su caso, determinada información que se les solicitará u otra que el contribuyente incorpore.