En Extremadura, la críticas al histórico acuerdo alcanzado ayer por los líderes europeos llegaron desde las organizaciones agrarias, poco conformes con el recorte de alrededor del 10% que se va a aplicar a las ayudas directas de la Política Agrícola Común (PAC) y con cómo puede influir en el campo extremeño. En el ámbito político, en cambio, se valoró positivamente el pacto firmado por los 27.
Así, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, consideró «un motivo de alegría que todo el mundo haya cedido» y que se haya puesto «en el frontispicio de todo el diálogo, no la imposición». En esta misma línea, la portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de Extremadura, Lara Garlito, aseguró que «Europa ha dado la respuesta que se esperaba de un proyecto común sólido que debía dar herramientas para luchar contra los retos que ha planteado la epidemia».
En ese sentido, la portavoz también destacó las negociaciones llevadas a cabo durante estos cuatro días por el presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez que, según Garlito, «ha sabido representar y defender los intereses de los españoles entendiendo lo que necesitábamos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país».
Para la portavoz del Grupo Socialista, «necesitábamos que el proyecto europeo mirase de frente a los problemas surgidos por el covid-19 y diese una respuesta como nunca antes se había dado en nuestra historia».
También el vicesecretario de Organización del PP de Extremadura, Juan Parejo, valoró «positivamente» el pacto porque «a priori es un buen acuerdo para nuestro país», si bien se mostró prudente ya que «no conocemos la letra pequeña y habrá que analizar cómo va a repercutir en nuestra región». Además, recalcó que si Extremadura es objetivo 1 para la Unión Europea, «debe ser objetivo 1 para la recepción de fondos y ayudas». En este sentido, recordó que el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, dijo en el pasado debate sobre el estado de la región que «una cantidad por debajo de los 3.200 millones de euros sería un mal acuerdo».
Por su parte, la portavoz adjunta del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea de Extremadura Marta Pérez, calificó como «bueno» lo dispuesto por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, aunque matizó que su formación va a «pelear» para que el dinero que llegue a Extremadura «sea el máximo».
Menos satisfechos se mostraron los responsables de las principales organizaciones agrarias extremeñas. «Las cifras son negativas para el campo, eso está claro», señaló el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas. «Sin embargo, como acuerdo político, reconocemos que, dadas las circunstancias, es un buen acuerdo. Más Europa es menos desamparo», declaró Huertas, por lo que «dijo tener una sensación agridulce». En cualquier caso, desde este colectivo se confía en que los efectos del recorte en la PAC puedan solventarse con un reparto nacional más justo.
«Muy mala noticia»
Mayor grado de pesimismo mostró APAG Extremadura Asaja. «Esta es una muy mala noticia para los intereses de la comunidad autónoma. En una región como esta, en la que tanta importancia tienen la agricultura y la ganadería, los perjuicios van a ser muy grandes», pronosticó su presidente, Juan Metidieri. Además, esgrimió, que se recorte en «un sector tan estratégico y esencial» como esta pandemia ha demostrado que es el agrario «prueba lo poco o nada que los políticos han aprendido de lo que ha sucedido en los últimos meses».
Metidieri pidió que el Gobierno supla esta disminución de las ayudas europeas con otros fondos para que «se pueda continuar siendo competitivos y el ajuste se note lo menos posible».
Muy crítico se mostró igualmente Juan Moreno, presidente de COAG Extremadura. «El hachazo que se pega al campo extremeño puede alcanzar los 60 millones de euros al año, lo que en todo el periodo que se acaba de negociar supondría un descenso de los ingresos de unos cuatrocientos millones. Como para estar contentos», lamentó. «La agricultura no puede sufrir ya más recortes», remachó.
«Es un golpe definitivo al sector agrario», coincidió Ángel García Blanco, presidente de Asaja Extremadura, quien recordó que los agricultores verán «reducidas» las ayudas directas en un 9,6% ya desde «este mismo año, a pesar de que el nuevo periodo de la PAC no entra en vigor oficialmente hasta enero de 2023». «Este es el gran acuerdo que celebra Pedro Sánchez», ironizó.