“Políticamente hay margen para subir el salario mínimo este año, políticamente siempre hay margen”, ha declarado la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; este jueves por la mañana en el Cercle d’Economia. Comienza el segundo asalto en el seno del Gobierno sobre si subir o no el salario mínimo interprofesional (SMI). Si Pedro Sánchez daba largas un día antes sobre este tema en la presentación del Plan de Recuperación y decía que “ahora mismo lo importante y lo relevante es la creación de empleo”; la líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo aprieta para situar esta asignatura pendiente en la primera línea de prioridades. "Es la mejor herramienta para combatir la pobreza laboral", ha insistido. 

Este viernes el Ministerio de Trabajo prevé hacer público el informe elaborado por los 14 expertos de la comisión asesora creada a principios del 2021 sobre cuál debe ser la senda de incrementos hasta el final de la legislatura. Este grupo se constituyó para que el Gobierno desplazara sus divisiones internas sobre el SMI a este comité, ganara tiempo y pudiera tejer puntos de acuerdo de cara a un segundo asalto que comienza ahora. En él se dirimirá si España acabará el año como uno de los cuatro países de la Unión Europea que no ha subido su salario mínimo durante este 2021.

Todo está subiendo”, ha señalado la vicepresidenta este jueves ante los periodistas a la salida de la conferencia. Como el IPC, actualmente a un ritmo del 2,7% en mayo, o los salarios en los pocos convenios colectivos que se están renovando, al 1,5% de media. Díaz ha pronunciado estas palabras a la salida de la conferencia ‘Transformación del modelo económico en aras de una mayor productividad”, donde ha compartido mesa con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. “No tener unos salarios decentes” es un “déficit” para la productividad española, ha afirmado la vicepresidenta sobre la misma.

Yolanda Díaz es la cara más visible del ala del Gobierno favorable a la subida del SMI. En frente tiene a otras, como la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, o la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que durante las negociaciones de finales del 2020 se posicionaron en contra de un incremento en la actual coyuntura y sin el beneplácito de la patronal. En este sentido, el Banco de España publicó un informe en el que analiza la penúltima subida del SMI, cuando pasó de 735 a 900 euros. Según su diagnóstico, dicha subida no destruyó ocupación, pero sí frenó la creación de hasta 154.000 empleos. 

"El salario mínimo tiene que subir, sin ninguna duda. No solo no se contrapone [con la creación de empleo], sino que se complementa", ha declarado el líder de UGT, Pepe Álvarez. Ahí los sindicatos apuntalan la posición de Díaz, en este nuevo embate en el que la posición del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, será clave. Pues es competencia exclusiva del Consejo de Ministros la decisión de si sube o no el salario mínimo. "Políticamente siempre hay margen", ha insistido la vicepresidenta tercera este viernes en el Cercle. “Ahora mismo lo importante y lo relevante es la creación de empleo”, decía el jueves Sánchez.