El Gobierno tiene cita este lunes a las 12 del mediodía con patronal sindicatos para tratar de consensuar un incremento pactado del salario mínimo interprofesional (SMI), actualmente en 950 euros brutos (en 14 pagas). No obstante, ni la de este lunes puede ser la reunión decisiva ni la subida que acabe aplicando el Gobierno entrará en vigor de forma inmediata. La vicepresidenta primera y responsable económica del Ejecutivo, Nadia Calviño, ha avanzado que la aplicación de esa subida del SMI no sería efectiva hasta octubre y que el millón y medio de trabajadores que actualmente perciben el salario mínimo no deben esperar cambios en la nómina de este septiembre.

"Lo ideal es que tomemos esa decisión en el curso de septiembre para que ese aumento pueda aplicarse ya para octubre, noviembre y diciembre de este año", según ha afirmado este lunes Calviño en una entrevista en TVE. La titular de Economía también ha sostenido que el incremento que puedan acabar o no consensuando desde el Ejecutivo con los agentes sociales en ningún caso será retroactivo y que el aumento esperado será "relativamente limitado".

La primera propuesta trasladada desde el Gobierno a CEOE, CCOO y UGT fue de una horquilla de 12 a 19 euros; lo que implicaría un incremento de entre el 1,2% y el 2%; considerablemente por debajo de los actuales niveles de inflación. En agosto el IPC subía a ritmos del 3,3%, especialmente impulsado por la escalada de precios de la luz. El incremento estaría en vigor durante los últimos tres meses del año, según las intenciones de Calviño, y podría subir a un ritmo similar a la que están evolucionando actualmente los salarios pactados por convenio, que crecen a un ritmo del 1,5%; aunque con una gran escasez de nuevos convenios firmados.

Urgencia a los agentes sociales

Calviño ha aprovechado la entrevista en TVE para apremiar a patronales y sindicatos a alcanzar un acuerdo a la mayor brevedad sobre la subida del salario mínimo. "Quiero urgir a los agentes sociales para que traten de llegar a un acuerdo porque sería positivo también para las personas que perciben este salario", ha afirmado.

Una premura actual que contrasta con la procrastinación con la que ha actuado el Gobierno en esta cuestión durante los últimos meses. Pues es competencia exclusiva del Ejecutivo el decidir si sube y cuánto el salario mínimo y hasta el mes de septiembre no ha vuelto a citar a los agentes sociales para consultarles sobre la dimensión de dicha subida. Precisamente Calviño ha sido una de las caras visibles del Gobierno que menos partidaria ha sido de subir el salario mínimo en momentos de "incertidumbre", frente a la mayor prisa de la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, que abogaba por subir desde enero este suelo salarial. 

Los sindicatos claman contra una propuesta "insuficiente"

Los representantes del Ministerio de Trabajo, CEOE, CCOO y UGT se verán las caras este lunes a las 12 del mediodía. Antes, los sindicatos han caldeado el ambiente cargando contra la primera propuesta del Gobierno, que contempla incrementos de entre 12 y 19 euros para esta recta final de año. Desde las centrales consideran insuficiente esta cifra, pues no evita que los perceptores del SMI pierdan poder adquisitivo. "La subida del SMI que plantea el Gobierno es insuficiente, teniendo en cuenta que el precio de la vida no deja de subir. Debe ser de 25-30 euros y acompañada de otras medidas urgentes", ha escrito el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en su cuenta de Twitter.

La ambición de los sindicatos contrasta con la oposición frontal de la patronal, que está en contra de cualquier subida arguyendo los elevados niveles de incertidumbre que dice percibir sobre el devenir de la economía. El presidente de los empresarios, Antonio Garamendi, intentó introducir la semana pasada en el debate un incremento por territorios, teniendo en cuenta la evolución de la economía y el nivel de vida. Algo a lo que desde el Ministerio de Trabajo se cerraron, al entender que rompía con la "unidad de mercado".