El Gobierno ha aumentado de 0,5 a 0,6 puntos su propuesta de subir las cotizaciones de los trabajadores con las que costear las futuras pensiones; según explican fuentes sindicales. El Ministerio de Seguridad Social ha mantenido este lunes al mediodía una nueva reunión con patronal y sindicatos para avanzar en la segunda fase de la reforma de las pensiones. La cita se ha centrado en discutir sobre la nueva fórmula que el equipo de José Luís Escrivá planteó la semana pasada a los agentes sociales, que consiste en la creación de una tasa temporal sobre las cotizaciones sociales de los actuales trabajadores para alimentar la hucha de las pensiones y poder costear parte del incremento de gasto adicional que deberá asumir el Estado cuando la generación del 'baby boom' empiece a jubilarse. Y Escrivá plantea que ese aumento de 0,6 puntos se reparta así: 0,4 puntos para la empresa y los otros 0,2 para el trabajador; según fuentes sindicales.

Fuentes consultadas de Seguridad Social han calificado de "productiva" y "con avances" la reunión y se han emplazado a continuar negociando con patronal y sindicatos de manera telemática durante los próximos días. De momento, según confirman desde el ministerio de Escrivá, no hay una nueva fecha fijada para volver a reunirse todas las partes de manera presencial. CCOO y UGT han valorado positivamente el enfoque del Ministerio, consistente en aumentar los ingresos para pagar las pensiones y no plantear un recorte del importe. En la patronal, por su parte, no ven con buenos ojos un aumento de las cuotas. "Subir más las cotizaciones para pagar pensiones tiene efectos en el empleo y asfixia aún más a autónomos y empresas que ya tienen bastante presión de impuestos fiscales e impuestos al trabajo", ha escrito el presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, en su cuenta de Twitter.

El reloj corre y es que el plazo máximo que el propio Ejecutivo se marcó para cerrar con los agentes sociales esta cuestión -lo que ha denominado el 'Mecanismo de Equidad Intergeneracional'- vence el próximo 15 de noviembre. Posteriormente el Gobierno pretende incorporar el acuerdo (o no) vía enmiendas al proyecto de ley de pensiones que está ya en trámite en el Congreso y que incluye el primer bloque de la reforma de las pensiones, con medidas como la subida de las pensiones según el IPC o el sistema de penalizaciones para las prejubilaciones; entre otros.

El incremento de cotizaciones propuesto por Escrivá representaría un incremento de costes mensuales de algo más de cinco euros para un trabajador con un salario de 1.000 euros y de unos 9 euros para uno con un salario de 2.000 euros. Patronal y sindicatos pugnan ahora por acabar de definir en qué proporción será la empresa o el trabajador quien asumirá dicho coste. De momento, la propuesta del Ejecutivo pasa por distribuir esa mayor carga para las compañías, que para los empleados. Actualmente las cotizaciones sociales que paga cada trabajador indefinido rondan el 38,5% y se reparten a 6,35% para el trabajador y 32% para la empresa.

El nuevo 'Mecanismo de Equidad Intergeneracional' pretende apuntalar por la vía de los nuevos ingresos -y evitar así recortar el gasto- el sistema público de pensiones. Con esta tasa temporal, el ministro Escrivá confía en recaudar al año -y hasta el 2032- el equivalente a dos décimas del PIB español, lo que vendrían a ser unos 2.600 millones de euros cada año. Lo que en un periodo de 10 años serían 26.000 millones, más los ingresos por rendimientos financieros que el Estado consiguiera de la gestión de esa hucha.