Durante los próximos dos años habrá que vigilar de cerca los efectos del cambio climático, las divisiones sociales, las enfermedades infecciosas y la salud mental. Así lo advierte el Foro Económico Mundial, que pese a haber aplazado a mitad de año su reunión anual en Davos, ha publicado este lunes igualmente su informe de riesgos globales para el 2022. El documento pone de manifiesto que mientras que el año pasado la situación sanitaria era la máxima preocupación a corto plazo, ahora las alertas se concentran en la crisis climática y los problemas sociales, así como en nuevos riesgos: la salud mental, las crisis de deuda y las burbujas de activos.

Prueba de la importancia que está adquiriendo a nivel mundial la salud mental es que aparece en sexta posición en este 'top 10' de riesgos globales, cuando otros años ni siquiera se la mencionaba. Y si bien este problema no vuelve a figurar en las perspectivas a medio y largo plazo, la crisis de deuda sí que se encuentra como quinta preocupación de cara a los siguientes cinco años -una posición que ya tenía el año pasado- y se coloca entre los riesgos más severos para los próximos diez. A su vez, el estallido de la burbuja de activos (la inflación desmedida del precio de la vivienda o las acciones) también aparece de nuevo en la lista de preocupaciones a medio plazo, aunque en este caso desciende de la primera posición del informe del 2021 a la décima.

En este sentido, el documento recoge también que la mayoría de expertos cree que la recuperación económica mundial será volátil y desigual durante los próximos tres años.

"Las perturbaciones económicas y sanitarias están agravando las divisiones sociales: se están creando tensiones en un momento en que la colaboración entre sociedad y en la comunidad internacional será fundamental para asegurar una recuperación global más uniforme y rápida", analiza la directora gerente del Foro Económico Mundial, Saadia Zahidi, en un comunicado. "Los líderes de todo el mundo deben reunirse y adoptar un enfoque coordinado y multilateral para hacer frente a los implacables desafíos globales y reforzar su resiliencia ante la próxima crisis", advierte la misma.

Fracaso de la acción climática

Pero más allá de todo esto, lo que deja claro esta visión a medio y largo plazo es que el mayor temor son los problemas relacionados con el cambio climático. El documento, elaborado en colaboración con las firmas Marsh McLennanSK Group, el grupo asegurador Zurich y con el asesoramiento académico de la Universidad de Oxford, la Universidad Nacional de Singapur y la Universidad de Pensilvania, señala el fracaso de la acción climática, los fenómenos meteorológicos extremos, la pérdida de biodiversidad, las crisis de recursos naturales y el impacto ambiental como los mayores riesgos de aquí a cinco o diez años. Son más preocupantes que la erosión en la cohesión social, la migración involuntaria, las consecuencias adversas de los avances tecnológicos y los problemas geopolíticos.

"La crisis climática sigue siendo la mayor amenaza a largo plazo a la que se enfrenta la humanidad", analiza el director de riesgos del grupo Zurich, Peter Giger, en un comunicado. "No actuar frente al cambio climático podría reducir el PIB mundial en una sexta parte", advierte.

De hecho, si bien en el 'top 10' de riesgos globales a largo plazo (los próximos diez años) escalan posiciones las divisiones sociales, las crisis de subsistencia o las enfermedades infecciosas, el podio sigue siendo para los riesgos derivados del cambio climático.