La gran patronal CEOE exige al Gobierno que lleve a la reunión de este jueves un paquete de medidas concretas, detalladas y suficientes para atajar el paro de transportistas, que se alarga ya por décimo día consecutivo. La última oferta del Ministerio de Transportes generó divisiones dentro de la organización presidida por Antonio Garamendi y desde la bancada empresarial reclaman un consenso que acabe con el descontento y reestablezca las cadenas de suministro afectadas. Sino advierten de que el impacto sobre la economía española de un alargamiento de los paros que "amenaza con una gran crisis económica y social", según han manifestado en un comunicado.

La alarma entre las asociaciones de fabricantes y proveedores agroalimentarios se ha acrecentado con el paso de los días, pese a que el duro tono de los últimos comunicados no se traduce en desabastecimientos ni escasez generalizada de productos en los supermercados. La asociación Aecoc calificó el martes la incidencia de los paros como "un problema de Estado" y un día después subió una octava y considera que estos han generado "una situación peor que durante la pandemia". La CEOE ha querido empujar en esa presión hacia la Administración con un comunicado propio en el que considera que "ya son mayoría los sectores empresariales de este país que están en una situación insostenible".

Desde la bancada empresarial temen el efecto contagio que el bloqueo de carreteras puede generar en sectores como el industrial, donde la parada de hornos y demás instalaciones electrointensivas representa un agravio sustancial de las producciones -por el elevado coste de poner en marcha y apagar la maquinaria-. También califican de "pesadilla" la situación del campo -cuyas organizaciones se manifestaron este pasado domingo en Madrid- y la pesca -cuyas cofradías han llamado a parar, con desigual seguimiento, fruto del alza de carburantes-.

División entre patronales

Es por ello que los de Garamendi reclaman al Gobierno para que "acelere y clarifique las necesarias acciones encaminadas a reconducir esta situación". El Ejecutivo, ante dicha presión creciente, ya ha tenido que mover ficha y adelantar un día la reunión clave con el sector, que será el jueves pese a que inicialmente estaba programada para el viernes. La última se cerró con división empresarial dentro del Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), el órgano que reúne a todas las entidades con representación legal y de la que no participa la Plataforma Nacional del Transporte (los convocantes de los primeros paros).

La patronal mayoritaria CETM -adscrita a la CEOE- apoyó el paquete de 500 millones de euros que anunció la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, si bien la segunda entidad con más asociados, Fenadismer, rechazó la declaración de intenciones y se sumó formalmente a los paros. De facto, según explican varias fuentes del sector, parte de sus asociados ya estaban participando de las protestas y, ante la imposibilidad de remitirles medidas concretas tras la reunión con el Gobierno, Fenadismer decidió dar un paso a un lado y secundar a aquellos de los suyos que quisiesen parar.

Un problema para la CEOE es que dentro de Fenadismer está ATA, su asociación de autónomos, que rechaza la oferta de Sánchez. "El Gobierno vuelve a convocar al CNTC. Espero que sea para concretar un paquete de ayudas a autónomos y empresas del sector del transporte y no para seguir mareando la perdiz y sin concretar medidas. Ya están perdiendo bastante dinero", escribía el presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, en su cuenta de Twitter.