El estreno del esperadísimo tope al gas resultó decepcionante. La demanda de electricidad fue mayor en plena ola de calor, la producción de la eólica fue escasa, se disparó la generación de las centrales de gas hasta niveles desconocidos en quince años, el encarecimiento del gas… Todo está confluyendo para el efecto de la ‘excepción ibérica’ -el mecanismo especial de España y Portugal para bajar la luz poniendo un precio máximo al gas que se usa para producir electricidad- no esté siendo el esperado.

El precio del mercado mayorista eléctrico cae por el tope al gas, pero lo que pagarán finalmente millones de familias y de empresas con una tarifa ligada al mercado sigue creciendo al sumarle la compensación que hay que pagar a las centrales de gas con el nuevo mecanismo (más alta de lo esperado por la enorme producción de las plantas).

Desde el Gobierno se insiste en que no hay que comparar el precio eléctrico actual con el que había el lunes, antes de arrancar la media, sino con el precio mucho mayor que habría si no se hubiese activado el tope al gas. La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que esto demuestra “hasta qué punto es eficaz” el mecanismo diseñado por España y Portugal y que está funcionando “incluso en los momentos de mayor tensión” del mercado.

"Es una reducción del precio que no es despreciable y es capital dar tiempo a que esto se vaya asentando para hacer una valoración de conjunto y ver cómo se comportan las empresas y el mercado y, si es necesario, introducir medidas adicionales. Pero no quemar de antemano los inicios de este mecanismo", ha subrayado Ribera en una entrevista con Telecinco. Sin embargo, la vicepresidenta también ha lanzado un aviso a las eléctricas y ha advertido de que se supervisará la actuación de las eléctricas en el mercado mayorista.

Ribera ha avisado a las compañías de que se realizará una “vigilancia exhaustiva” de las ofertas que presentan las eléctricas en el mercado mayorista, conocido como pool, para asegurarse de que no existen comportamientos que los grupos que “distorsionen” el correcto funcionamiento. "Esto es algo que siempre vigila de cerca Competencia y le recordaremos que siga muy de cerca el comportamiento de ayer y de los próximos días", ha sentenciado.

Pese a la decepción inicial, el Gobierno mantiene que el mecanismo ibérico servirá para rebajar entre un 15 y un 20% durante el próximo año -la vigencia del tope al gas está prevista hasta el 31 de mayo de 2023- la factura que pagan los 10 millones de hogares que tienen contratada la tarifa regulada y el 70% de compañías industriales que acuden directamente al mercado mayorista a comprar la energía que necesitan.