La vicepresidenta primera y ministra de economía, Nadia Calviño, ha recibido con alivio la decisión del Banco Central Europeo de luchar contra la fragmentación de los mercados de deuda pública con un nuevo “instrumento antifragmentación” sobre el que hablarán este lunes los ministros de economía y finanzas de la Eurozona con la presidenta Christine Lagarde en el encuentro mensual del Eurogrupo. “Es una muy buena noticia que el Banco Central Europeo haya actuado con tanta determinación y eficacia para garantizar la estabilidad financiera en el conjunto de la zona euro y evitar cualquier episodio de fragmentación en los mercados de deuda pública”, ha celebrado Calviño a su llegada a la reunión.

Lagarde anunció este pasado miércoles, tras una reunión de urgencia, la decisión de la entidad de acelerar la puesta en marcha de este nuevo instrumento aunque de momento no ha precisado ni en qué consistirá ni cuándo estará en marcha. La idea es acelerar la puesta en marcha de la iniciativa en un contexto de primas de riesgo al alza, particularmente de los países del sur de Europa como Grecia, Italia, Portugal o España. “Vamos a escuchar en primer lugar la presentación de la señora Lagarde para ver las alternativas pero creo que habrá una valoración unánimemente positiva de la acción decidida y eficaz que ha tomado el Banco Central Europeo que claramente esta garantizando la estabilidad financiera y que no habrá fragmentación en los mercados de deuda pública de la zona euro. Esta tiene que ser nuestra prioridad en un momento marcado por la incertidumbre y la volatilidad por la guerra en Ucrania”, ha insistido Calviño.

La decisión también ha sido bien recibida por la Comisión Europea. “Pensamos que la confirmación por el BCE de abordar el riesgo de fragmentación en la política monetaria es muy importante” porque ayudará a “tranquilizar a los mercados”, ha dicho el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, que reconoce que la economía europea navega en aguas turbulentas y que el nivel de crecimiento en 2022 no será el previsto, aunque esto no significa que una recesión sea inevitable. “Será muy inferior pero esto no significa que estemos destinados a la recesión”, ha dicho a su llegada al Eurogrupo. “Esto significa que tenemos que concentrar nuestras políticas fiscales en reformas, inversiones y en políticas prudentes particularmente en países con elevada deuda”, ha recordado reivindicando una política presupuestaria prudente y el uso de los fondos Next Generation EU para apoyar la inversión.

Preocupación en el norte

El anuncio del BCE ha sido recibido, no obstante, con diferentes grados de preocupación entre los ministros de finanzas de la Eurozona. A un lado, el titular de finanzas austríaco, Magnus Brunner, se ha mostrado preocupado por la posible fragmentación y ha llamado a los países "a poner en orden sus presupuestos". Según ha avisado, "el BCE necesita tener más margen y solo puede tenerlo si los presupuestos en todos los estados miembros están en orden". Para la holandesa Sigrid Kaag, la decisión del BCE es una "señal importante" ante la guerra en Ucrania, la inflación la incertidumbre sobre los suministros, el riesgo de hambre y la hambruna en Africa.

Menos pesimista ha sido el alemán Christian Lindner que ha negado que exista por ahora ese riesgo de fragmentación y ha recordado que la Eurozona es estable y la unión monetaria sólida. “Estamos viendo subidas de las primas de riesgo en algunos estado pero no hay necesidad de preocupación”, ha dicho en Luxemburgo. “No hay razones para estar nerviosos. Las instituciones me hacen estar confiado de que podemos superar cualquier situación crítica”, ha valorado. No obstante, también ha dejado claro que todos los Estados miembros, incluyendo Alemania, deben regresar a una finanzas públicas saneadas, reducir los déficits y seguir una senda de reducción de la deuda creíble. "El BCE tiene la responsabilidad de combatir la inflación pero nosotros también debemos asumir nuestra responsabilidad como ministros de finanzas" y esa responsabilidad es "reducir los déficits y volver a una senda de reducción de la deuda".