Fumata blanca en la mesa de autónomos. El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luís Escrivá, ha alcanzado un principio de acuerdo con dos de las tres organizaciones más representativas del colectivo de trabajadores por cuenta propia, Upta Uatae, para reformar el sistema de cuotas. A falta de la decisión final de ATA, que está valorando internamente el último texto remitido en las últimas horas. Una vez ratificada por todas las partes la reforma, a partir del 2023 imperará un nuevo formato de 15 cuotas, a pagar cada autónomo una según los rendimientos netos que registre.

Un "cambio cultural" entre el colectivo, que pasa de cotizar según la cuota que voluntariamente elegía -habitualmente la mínima- a aquella correspondiente a su nivel de ingresos. La Seguridad Social calcula que dos de cada tres autónomos pagarán menos o igual con el nuevo sistema que con el actual, por más que este conserve un carácter regresivo. Es decir, el peso de la cuota para los trabajadores de menores ingresos es mayor que el exigido a las rentas más altas. Alrededor de un millón de autónomos, aquellos con mayores ingresos entre el colectivo, verán aumentada su cotización obligatoria.

Tras seis meses de dimes y diretes en las mesas del diálogo social, Escrivá consigue dejar prácticamente cerrada una de las carpetas troncales de la reforma del sistema de la Seguridad Social. El principio de acuerdo contempla una aplicación progresiva del nuevo sistema de cuotas, que empezarán con unos importes en 2023, aplicarán otros en 2024 y otros en 2025. La cuota mínima empezará en 245 euros y acabará el ciclo en 230 euros, mientras que la máxima arrancará en 500 euros y culminará en 590 euros. Las intermedias también tendrán movimientos, pero de cuantía moderada.

Y otra novedad de la reforma es que esta flexibiliza la prestación por cese de actividad, el 'paro' de los autónomos, con unos requisitos más accesibles y haciéndolo compatible con seguir trabajando en determinados supuestos. "Tras un intenso de periodo de negociación, desde Uatae estamos en condiciones de decir que hemos llegado a un acuerdo. Hemos conseguido rebajar las cuotas para las personas de más dificultades tienen y mejorar la prestación de cese de actividad de todo el mundo", ha declarado la secretaria general de Uatae, María José Landaburu. "Cumple con las expectativas que desde Upta nos habíamos puesto. 2,3 millones de autónomos tendrán un ahorro sustancial de entre 400 y 1.200 euros al año", ha valorado el presidente de Upta, Eduardo Abad.

Sistema por tramos de ingresos

Los autónomos que tengan rendimientos netos por debajo de los 670 euros al mes deberán pagar la cuota mínima, que en 2023 será de 230 euros mensuales. Y, en el otro lado de la balanza, los que ganen más de 6.000 euros al mes deberán pagar una cuota de 500 euros (la máxima). Entre medio hay un abanico de 13 tramos más de ingresos sobre los que los trabajadores por cuenta propia tendrán que moverse. Con la capacidad de cambiarse cada dos meses de cuota para adaptarla a la evolución de sus negocios y el deber a final de año de rendir cuentas ante Hacienda. Y, en 2025 cuando acabe de entrar totalmente en vigor la primera fase de la reforma, la cuota mínima se ubicará en 200 euros mensuales y la máxima en 590 euros.

Si el autónomo ha pagado efectivamente por lo que ganaba, ningún problema. Si ha calculado mal, el ejercicio le ha ido mejor de lo previsto y ha acabado pagando menos, tendrá que poner la diferencia. Y si, por el contrario, no el ha ido tan bien como esperaba y ha pagado de más, podrá reclamar que se la devuelvan. El nuevo sistema de cotización conserva la figura de la tarifa plana para aquellos que comiencen. Durante el primer año podrán pagar una cuota de 80 euros al mes, independientemente de su volumen de ingresos y gastos. Hasta ahora esta era de 60 euros y duraba dos años y medio, si bien durante estos la cuantía iba subiendo hasta los 294 euros.

Las negociaciones entre Escrivá, ATAUpta Uatae han sido complicadas, con periodos de estancamiento dilatados y posiciones muy alejadas por momentos. Finalmente ATA, la organización vinculada a la CEOE y que en los primeros compases de las conversaciones calificó de "hachazo" las propuestas de Escrivá, ha acabado entrando al acuerdo. Y Uatae, que se ha resistido en el tiempo de descuento para intentar obtener mayores rebajas para los colectivos de menores ingresos, también ha acabado estampando su firma en la reforma. Desde Upta, cercanos sus postulados a los de Seguridad Social durante el nudo de las negociaciones, celebran el poder dar por cerrada esta carpeta.

El Ejecutivo tuvo que salvar con un ardid técnico el compromiso con la Unión Europea en el marco de recepción de los fondos NextGeneration, que le obligaba a tener aprobada esta reforma antes del 30 de junio. Aprobó en el último Consejo de Ministros del mes el reglamento para articular la reforma y no ha sido hasta este lunes que ha podido cerrar un acuerdo sobre el contenido de la misma.