Con solo 6 años, Miguel Oliver descubrió que la magia podía servir como herramienta para ayudar a las personas. La utilizó como voluntario en el Hospital Infantil Niño Jesús cada viernes durante 11 años. Después, siguió formándose en todo lo que podía ofrecer esta disciplina. “Con esa perseverancia, hoy utiliza la magia para fomentar ambientes de creatividad o empatía”, ha explicado Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa.

Oliver ha sido uno de los 120 estudiantes universitarios que han recibido una beca de la Fundación para cursar estudios de posgrado en el extranjero. A él, que ya había recibido una beca Fulbright, le servirá para "generar espacios que permitan desarrollar el talento que tenemos dentro de las organizaciones públicas y privadas". A través de la magia, quiere "mejorar el rendimiento de la personas en su productividad, pero también su bienestar", como explica a El Periódico de España, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico,  en este acto, celebrado en CaixaForum Madrid, que han presidido los Reyes de España. La ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, y la presidenta de la Asamblea de Madrid, Eugenia Carballedo, también han estado presentes.

Cada una de esas 120 becas suponen una “oportunidad de futuro” y de “trayectorias profesionales prometedoras”, como ha asegurado el Rey Felipe VI a los estudiantes en su discurso. “Os ofrecen la posibilidad de multiplicar vuestras capacidades y potencial en centros universitarios de primer nivel mundial”. De media son 75.000 euros para formación en cada becado.

Junto a la Reina Letizia, Felipe VI ha entregado cada una de las becas de la cuadragésima promoción. “Una cifra destacada que pone de relieve la trayectoria histórica de este programa de ayudas, la pertinencia o acierto del propio proyecto y, también, la firme dedicación de la Fundación ‘La Caixa’, una de las más importantes del mundo y que nos enorgullece como país”, ha afirmado el monarca.

40 años de becas

Este programa de becas lleva sin interrupción desde 1982. En total, 5.7000 personas han sido becadas por la Fundación La Caixa. Isidro Fainé ha puesto de manifiesto los efectos macroeconómicos que tiene esta formación, como el aumento de la productividad y la retribución de la riqueza.

"Pero hay otros más cercanos e indirectos. Me refiero a que los jóvenes becados son referentes para hermanos, amigos y compañeros de estudios en entornos donde esta clase de estímulos son inalcanzables", ha asegurado.

El presidente de la Fundación ha hecho hincapié en que "el genio no nace, sino que se hace". Por eso, contar con entornos apropiados, con este tipo de ayudas y con algunos de los atributos que poseen todos los becados, como "la perseverancia y la pasión", sirve para que alcancen sus metas.

Perfil de los becados

De las 120 becas concedidas, 68 son para estudiar en Europa y 52 para América del Norte. Estados Unidos (47) y Reino Unido (34) son los países favoritos, mientras que las universidades predilectas son la Imperial College London (9), la Universidad de Columbia (7), Massachusetts Institute of Technology (6), ETH Zürich (6), la Universidad de Oxford (5) y la Universidad de Cambridge (4).

Por cada beca hubo 11 solicitudes. Quienes la consiguieron tienen una media de 24,7 años y provienen de 29 provincias españolas, dos portuguesas y cinco de países extranjeros. A todos les une un currículum sobresaliente, el voluntariado y ganas de formarse.

Más dispares son las disciplinas que han elegido. La mayoría son ingenierías y tecnologías (22), aunque también hay ciencias económicas y empresariales (9), relaciones internacionales (7), y hasta seis de música.

“Hacer un doctorado en Humanidades que esté financiado es algo muy difícil hoy en día. Esta beca supone contar con mucha estabilidad y no tener que hacerlo como un hobby, sino como un trabajo principal”, señala Laura Granero

Una de ellas es Laura Granero, cuya beca le permite estar estudiando un doctorado en Musicología en la Universidad de Música y Arte Dramático de Viena. “Investigo a las pianistas nacidas en el siglo XIX que estudiaron con Clara Schumann y que fueron de las primeras y primeros en dejar grabaciones a la posteridad”, explica a este medio.

Allí intenta comprar cómo se interpreta hoy la música de ese siglo en comparación con las grabaciones. “Hacer un doctorado en Humanidades que esté financiado es algo muy difícil hoy en día. Esta beca supone contar con mucha estabilidad y no tener que hacerlo como un hobby, sino como un trabajo principal”, señala.

Síndrome del impostor

“Lo mismo os estáis preguntando cómo habéis conseguido una beca tan increíble y esperáis que en algún momento se den cuenta del error”, ha expuesto Vânia de la Fuente-Núñez, responsable de la Campaña Mundial Contra el Edadismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y autora principal del primer informe de la ONU sobre el edadismo.

Pero no, no hay ningún error. Ella, que fue becada hace ocho años, ha explicado su caso y cómo superó el llamado 'síndrome del impostor', sobre todo evitando el individualismo. De la Fuente-Núñez saltó de su licenciatura en Medicina a esta beca. "Es mucho más que un apoyo económico; es una plataforma de acompañamiento imparable. Como médica no sabéis cuántas veces se me ha puesto en duda y cuántas otras se me ha cuestionado por no seguir la química. La salud global se ve como el patito feo desviado. Pero no desistí”, ha asegurado.

Ahora lucha contra los estereotipos y discriminación basados en la edad en el organismos internacional Un ejemplo de hasta dónde pueden llevar estas becas.