La Plataforma en Defensa del Transporte ha iniciado su paro indefinido concentrando sus fuerzas en el centro de Madrid, donde han llamado a una gran manifestación a partir de las 10 de la mañana en la rotonda de Atocha. Los convocantes, aislados de todas las patronales del sector, han apelado a agricultores, ganaderos y hosteleros a unirse a la misma. La principal reivindicación de los transportistas autónomos y empresarios organizadores del paro es que el Gobierno aplique medidas efectivas para evitar que pudieran trabajar a pérdidas. Es por ello que han demandado más inspecciones al Ministerio de Transportes para certificar que las grandes empresas cumplen con la normativa. Según cálculos de la OBS Business School, el paro de transportes puede llegar a traducirse en una pérdida de hasta 600 millones de euros diarios

Finalizada sin acuerdo la reunión del pasado jueves entre el portavoz de la Plataforma, Manuel Hernández, y la alta dirección del Ministerio de Transportes, los contactos posteriores no han tenido más éxito y finalmente el paro ha comenzado. Desde el Gobierno han preparado un operativo para minimizar los efectos, aprovechando la experiencia del pasado marzo, cuando durante 20 días consecutivos de huelga los transportistas afines a la Plataforma lograron tensionar las cadenas de suministros del centro y noroeste de España.

Coordinado con el Ministerio de Interior, el Ejecutivo desplegará fuerzas policiales en los puntos calientes de las protestas que ya hubo en marzo. Es decir, tratará de garantizar el libre paso en zonas portuarias y mercados mayoristas, que es donde se enfocaron las protestas de hace seis meses. También promoverá la estrategia de convoyes, para que los transportistas que pretendan continuar operando se agrupen y puedan ser escoltados más fácilmente por cuerpos policiales hacia un destino compartido. Otra medida será incrementar las comunicaciones con los transportistas en carretera para detectar rápidamente los piquetes y movilizar a agentes policiales en consecuencia, según explican fuentes del Ministerio.

Supermercados preparados

En cualquier caso, los supermercados prevén arrancar la semana con los almacenes más llenos de lo habitual de forma preventiva. “Esto tiene una dimensión económica que preocupa mucho: desde el momento en que se anuncia el paro eso ya tiene un coste”, explican fuentes del sector. “Lo fundamental es que se garantice la seguridad y la libre circulación de mercancía, y que no haya incidentes violentos”, añaden. Sobre todo, porque por mucho que a finales de la semana pasada incrementaran el volumen de existencias para hacer frente a la hipotética falta de algunos productos, muchos de ellos, como por ejemplo los frescos, tienen que llegar ese mismo día al supermercado. 

En esta línea se pronunciaron solo anunciarse el paro las grandes asociaciones empresariales del sector (AECOC, ACES, ANGED, ASEDAS…). “Somos un sector esencial y estratégico, como ha quedado demostrado en las recientes crisis que hemos padecido, y creemos que ha llegado el momento de que el Gobierno adopte medidas que garanticen el buen funcionamiento de la cadena alimentaria y el abastecimiento de alimentos y bebidas al conjunto de la población en cualquier situación, por muy excepcional que esta sea”, afirmaron en un comunicado conjunto.

600 millones de pérdidas al día

La Plataforma encara un nuevo paro indefinido más aislada que hace seis meses, cuando estos transportistas autónomos lograron tender puentes con varios de los asociados de las principales asociaciones. Fue el caso, por ejemplo, de Fenadismer, que acabó secundado las protestas. "Están intentando por todos los medios que desaparezcamos de una santa vez. [...] Ya están empezando a contraatacar y ya estamos empezando a retroceder. Y eso es lo que no puede ser. Por eso tenemos que mantenernos firmes y no seguir dando pasos atrás", ha afirmado el portavoz de la Plataforma, Manuel Hernández, en un vídeo por redes sociales

Los llamamientos a desconvocar las protestas en aras de evitar los efectos económicos de las mismas han sido durante esta semana generalizados. A las puertas del inicio de la campaña del Black Friday había preocupación entre las principales organizaciones de empresarios. Según cálculos de la OBS Business School, el paro de transportes puede llegar a significar una pérdida de 600 millones de euros diarios. Es por ello que desde las patronales han demandado una especial protección para aquellos transportistas que hubieran querido mantener su actividad durante las protestas, ya que, al no ser una huelga, no están estipulados unos servicios mínimos. La CEOE emitió un comunicado en el que pedían al Ministerio de Interior despliegues policiales suficientes para minimizar los efectos. Y Pimec, por su parte, también reclamó protección para el comercio urbano esencial. "Está en juego la viabilidad de miles de pequeñas actividades económicas", alertó el presidente de Upta, Eduardo Abad.