Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) ha advertido que no debe darse por solucionado el problema de la baja rentabilidad de la banca europea a pesar de la "subida de tipos" debido a la desaceleración económica que afectará a la "solvencia de empresas y de las personas", y porque los costes de financiación de las propias entidades financieras se van a encarecer, ha explicado en un acto organizado por el Instituto Karol Wojtyla San Juan Pablo II y la Fundación Renta 4.

"La mejora de la rentabilidad de los bancos que se refleja en las cotizaciones bursátiles de los últimos meses tiene un cierto efecto espejismo", ha resumido. Además, ha expresado su preocupación por la aparente "infraestimación" de los mercados sobre la persistencia de la inflación. "Los mercados, a veces, se equivocan", ha dicho.

Por otra parte, también ha avisado de un potencial conflicto entre una política fiscal expansiva y una monetaria restrictiva que produzca turbulencias en los mercados, como ha sido el caso del Reino Unido.

Asimismo, Guindos ha celebrado el hecho de que la inflación haya empezado a desacelerarse por la "caída del precio de la energía, tanto del gas como el petróleo, pero especialmente el gas", por el fin de los cuellos de botella en las cadenas de suministro y por el buen desempeño del mercado laboral. No obstante, ha advertido que la inflación subyacente aún no ha empezado a moderarse.

A pesar de todo, ha asegurado que la zona euro ha esquivado la recesión. "Nosotros esperábamos una recesión técnica, y eso no se ha producido", ha confesado. "Todo parece pronosticar que este año también habrá crecimiento positivo", ha añadido.