Ni la declaración del Banco Central Europeo (BCE) asegurando que no hay riesgo de contagio en los bancos, ni la actuación de la Reserva Federal estadounidense (Fed) para tratar de salvar al First Republic han conseguido tranquilizar a los mercados. Las bolsas recuperan las fuertes pérdidas de las últimas jornadas tras un esperanzador comienzo de sesión después de que un nuevo desplome de Credit Suisse arrasara el optimismo. Las expectativas puestas en los cortafuegos para ayudar a la banca impulsaron los intercambios en Asia y al inicio de la sesión en Europa, pero la persistente caída en bolsa del banco Credit Suisse invirtió la tendencia.

El mercado, sencillamente, teme que lo peor no haya pasado. Ni considera cerradas las operaciones de salvamento de Credit Suisse o First Republic, ni confía en que no aparezcan nuevos casos de entidades con problemas. "Hay mucho activo devaluado en los balances de los bancos tras las intensas subidas de tipos del BCE y la Fed", explican fuentes del mercado.

Además, otros medios añaden que "los mercados no descartan un rescate en toda regla" de las entidades afectadas, ya que "las inyecciones de liquidez prometidas no están parando la sangría" de depositantes del Credit y del First Republic.

Las acciones del banco suizo -que han concentrado las preocupaciones sobre el sector en Europa- caían hacia las 12 horas un 11,10%. El banco ya sufrió esta semana espectaculares desplomes en la bolsa y ante los temores por el sector bancario recibió una propuesta de ayuda pública del banco central suizo para reforzar su liquidez.

En España, el Ibex se dejaba un 1,92% al cierre de la sesión, con los bancos que se han visto arrastrados también por la tendencia. El Santander era el más afectado, con una caída del 4,6%. BBVA y Sabadell cedieron más del 3%, seguidos de Bankinter, CaixaBank y Unicaja, aunque en estos dos últimos casos las caídas no llegaron al dos por ciento. En esta semana, el Ibex ha perdido un 6%. Desde que se desató esta oleada de incertidumbre financiera, es decir, desde el pasado día 9, la banca ha perdido más de un 20% de su valor. El peor parado de momento es el Sabadell, con una caída del 32%, seguido de Bankinter, con un retroceso del 25%.

En Europa la situación ha sido similar, con caídas del 1,3% en el Eurostoxx. Entre los descensos más acusados, el BNP cedió un 2,6%; Deutsche Bank un 1,8% e Intesa San Paolo un 2,45%. En Wall Street, el Dow Jones sufría pérdidas superiores al 1% a media sesión.

Rescate del First Republic

Tras una semana turbulenta, once gigantes de la banca en Estados Unidos se comprometieron el jueves a rescatar a la entidad First Republic, lo que aplacó los temores de una nueva quiebra tras el colapso de Silicon Valley Bank, Signature Bank y Silvergate la semana pasada. Esta noticia fue celebrada por la Reserva Federal (Fed) yel Tesoro de Estados Unidos en un momento de temor entre los inversores de un riesgo de contagio a otras entidades bancarias.

Desde el 10 de marzo, una serie de quiebras de bancos en Estados Unidos atizaron el temor de una nueva crisis financiera como la de 2008, que desestabilizó la economía mundial. Un indicio de la tensión financiera es que los bancos estadounidenses habrían tomado préstamos por 164.800 millones de dólares de dos líneas de crédito de la Fed en los últimos días, según la agencia financiera Bloomberg. Pese a los cortafuegos instalados, la acción de First Republic perdía un 13% en los intercambios electrónicos previos a la apertura.

El Banco Central Europeo (BCE) convocó este viernes una reunión extraordinaria de su ente de supervisión bancaria de la zona euro para "intercambiar puntos de vista" sobre el sector bancario tras las turbulencias de los últimos días, indicó una fuente a la AFP. Por su parte, el presidente del banco central francés, François Villeroy de Galhau, afirmó este viernes a la cadena BFM Business que "los bancos franceses y europeos son extremadamente sólidos".

"Los bancos europeos no están en la misma situación que algunos bancos estadounidenses por una razón muy simple, y es que no están sometidos a las mismas reglas", dijo. En un equilibrio delicado entre el combate contra la inflación y la ayuda al crecimiento, el BCE reafirmó el jueves su determinación de frenar el alza de los precios con un incremento de los tipos de 0,5 puntos.

El emisor europeo se abstuvo de anticiparse sobre sus próximos pasos a la espera de nuevos indicadores. "El BCE deja abiertas todas sus opciones a la espera de las decisiones de la Reserva Federal y del Banco de Inglaterra la próxima semana", señaló Axel Botte, analista de la firma Ostrum AM.

En este contexto, los inversores seguirán con atención la publicación de los próximos indicadores para proyectar cuál será el calendario de la Fed. La OCDE publicó este viernes sus previsiones, con una revisión al alza de sus proyecciones para el crecimiento global para 2023 y 2024.