Entrevista

Ignacio González (AECOC): “La inflación no alcanzará la normalidad hasta 2024”

"Que baje la inflación no quiere decir que bajen los precios, sino que suben menos", asegura

Ignacio González, presidente de AECOC.

Ignacio González, presidente de AECOC.

Paula Clemente

La asociación que preside Ignacio GonzálezAECOC, agrupa a más de 32.000 empresas del sector de la alimentación, la hostelería, la perfumería o el textil, entre otras. Muchos de ellos se reúnen este jueves en Barcelona para celebrar una asamblea anual que servirá para analizar el presente y el futuro del sector del gran consumo. En especial el de la distribución alimentaria, el más azotado hoy en día por una inflación que, si sus previsiones se cumplen, empezará a dar síntomas de contención a partir del mes que viene.

¿Qué es lo que más preocupa a las empresas de gran consumo en este momento?

Si miramos con luces largas, la sostenibilidad, la digitalización...; si miramos con luces cortas, la inflación, aunque parece que está empezando a llegar a una meseta y que empezará a bajar a partir del mes que viene. Esa es nuestra proyección.

¿Cuán optimistas son al respecto?

Hay dos cosas que nos pueden hacer daño: que exista un tema geopolítico que hoy no conocemos y las cuestiones climáticas (la sequía puede afectar a algunas categorías en concreto como los aceites o los cereales). Si eso no nos sorprende, lo que vemos es una bajada de la inflación sostenida. Funcas ha hecho una previsión de que la inflación alimentaria se situará en noviembre/diciembre en torno al 9% y que no alcanzará la normalidad hasta 2024.

Es una buena noticia, pero sigue siendo mucho…

Y siempre digo lo mismo: que baje la inflación no quiere decir que bajen los precios, sino que suben menos. Los precios no van a volver por ahora a donde estaban en 2019, pero por lo menos podemos quitarle a la gente la duda de si estamos en un país de hiperinflación: no vamos a estar condenados a vivir con dos dígitos toda la vida, sino que volverá paulatinamente a la normalidad

¿Este alivio de la situación tiene que ver con que empiezan a bajar los costes?

Si miras el panorama, hay cosas que van a favor y cosas que van en sentido contrario, y la clave es qué va a pesar más. Las cosas que favorecen son las que van a ayudar a que esa inflación baje aunque sea lentamente, y cuanto más cosas favorezcan, más rápido bajará.

Hay dos cosas que nos pueden hacer daño: que exista un tema geopolítico que hoy no conocemos y las cuestiones climáticas"

¿Qué cosas favorecen?

La reducción de precio en algunas materias primas, que la energía indudablemente está más barata que el año pasado, que los cuellos de botella que generaron el covid y la guerra se están empezando a desatascar y la reducción del IVA.

¿Qué puede penalizar?

La climatología, que se endurezcan las tensiones geopolíticas, la presión al alza de los salarios por encima de lo que sería razonable, y que abra China, que es una buena noticia para la exportación, pero mete tensiones en los precios a nivel global.

¿La sequía es el riesgo más importante ahora mismo?

Sin duda, repercutirá: hará que suban [de precio] los cereales, el aceite y la leche. Pero bueno, lo que nos interesa es que la inflación se irá moderando hasta esa segunda mitad del año 24, donde ya será una cosa razonable.

¿Cómo afecta todo esto a los supermercados? ¿Tendrán que seguir ajustando márgenes?

Esta es una inflación que afecta a toda la cadena, que ha perdido rentabilidad en su conjunto porque, entre otras cosas, no se trasladó el 100% de la subida de costes a los precios. Ahora, al bajar, quizás se recupera un poco la normalidad en la cuenta de resultados, pero esto también se trasladará al consumidor: un sector donde el precio es tan determinante en la decisión de compra está deseando recuperar precios y ayudar al consumidor.

¿Cómo valora las medidas que ha tomado el Gobierno?

Que el IVA de determinados artículos baje nos parece muy bien, lo llevábamos pidiendo mucho tiempo, pero nos parece que se ha quedado algo corto. Queríamos que incluyera carne y pescado, que es el 34% de la cesta de la compra, y además tiene consecuencias no solo en el IPC sino en la calidad de la dieta. Entre enero y febrero las ventas de pescado han bajado un 20%, lo cual es un drama. Hay que mantener las medidas que están tomadas y aplicar adicionales.

Un sector donde el precio es tan determinante en la decisión de compra está deseando recuperar precios y ayudar al consumidor"

¿Se les llegó a dar alguna explicación de por qué no se incluyó la carne y pescado en la medida?

No. Intuimos que es por cuestiones recaudatorias, pero no tengo elementos para decirlo. Lo que sí sabemos es que rebajarlo hubiese mejorado el escenario entre 2 y 4 puntos.

Una inflación del 12 o 14% sigue siendo muy alta.

Pero fíjate que cuando consigamos bajarla al 9 o10%, esos cuatro puntos implican bajar al 5%. Aceleras seis meses la solución al problema. Yo creo que merece la pena. Y no olvidemos que todo esto ha hecho que la gente empiece a comer de peor calidad y que consuma menos.

Los datos parecen contradictorios, porque la facturación de las empresas sube y en la calle no se palpa una crisis de consumo.

Es cierto que la hostelería está batiendo las cifras del 2019, que la Semana Santa ha sido espectacular, que el verano pinta de récord… Pero la gasolina para pagar esto se ha acabado: la gente se ha gastado ya todo lo que ahorró en la pandemia y está empezando a ahorrar menos que antes del covid. La confianza del consumidor baja, la hipoteca se come el 36% del presupuesto familiar, el PIB todavía no se ha recuperado, la deuda está disparada... puede que después del verano veamos la cruda realidad. Es una paradoja, entiendo que es complicado, pero es la realidad: la gente se está gastando el dinero que tiene en vivir la vida.

Entonces, ¿qué 2023-2024 le espera a las empresas del sector teniendo en cuenta que baja la inflación pero también el consumo?

Tenemos empresas que han tenido un impacto tremendo de la inflación y que básicamente han hecho tres cosas: planes de ajuste internos (ahorrar costes), sacrificar sus márgenes e incrementar sus precios. En un escenario en el que la inflación se vaya moderando, yo creo que los planes de eficiencia han venido para quedarse, los precios se ajustarán a la velocidad que sea y volveremos a una situación más normal y las compañías tenderán a recuperar sus márgenes, aunque eso más en el medio plazo. Porque aquí hay una idea fundamental: que una compañía gane dinero es una cosa muy buena para la economía, no es un pecado, porque cuando una empresa gana dinero contrata, los horarios son mejores, invierte, crece y es el motor de un país. No se puede demonizar el ganar dinero en una empresa, porque es bueno para la gente.