Aviación

Las aerolíneas dejan atrás las pérdidas y ganarán 9.800 millones de dólares en 2023

La IATA estima que unos 4.350 millones de personas viajen este año, una cifra cercana a los 4.540 millones registrados en 2019

Aerolíneas.

Aerolíneas. / EP

Paula Blanco

Tras dos años de pandemia muy negativos por el cierre de los aeropuertos y la caída en picado del turismo, vuelven los beneficios de las aerolíneas rompiendo todas las previsiones. Las compañías del sector auguran un beneficio neto de 9.800 millones de dólares (9.165,45 millones de euros) en 2023, el doble de lo esperado anteriormente por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) que estimaba un beneficio de 4.700 millones de dólares (4.395 millones de euros). En su cumbre anual, celebrada este año en Estambul, la asociación ha querido destacar el fortalecimiento de la rentabilidad del sector aéreo respecto a lo previsto en 2022, cuando la inflación y el precio del combustible para aviones debidos al estallido de la guerra en Ucrania marcaron el aumento de costes repercutidos al consumidor. Y respecto a este punto, el presidente de la asociación, Willie Walsh, ha calculado que el precio de los billetes a nivel mundial se han encarecido un 33% por el aumento de impuestos y cargos soportados por las aerolíneas.

Son varios los factores positivos que han impulsado al alza los resultados financieros de las aerolíneas, pero sin duda, el levantamiento de restricciones en China ha sido el que más ha aliviado al sector, tanto en el ámbito de pasajeros como en el de las mercancías. Walsh también ha destacado un aligeramiento en los costes por los precios del combustible, que "se han moderado en el primer semestre", aunque habrá que esperar a la reacción en los mercados por la decisión de la OPEP de extender el recorte de petróleo hasta finales de 2024. Si no hay sorpresas, IATA calcula que los ingresos del sector alcancen los 803.000 millones de dólares (776.500 millones de euros), un 9,7% más que en 2022 y un 4,1% menos que en 2019, mientras que los beneficios de explotación superarán los 22.400 millones de dólares (20.940 millones de euros), muy por encima de la anterior previsión de 3.200 millones de dólares (2.992 millones de euros).

Pero hay más buenas noticias. La recuperación del turismo en todo el mundo es la razón por la que la IATA estima que unos 4.350 millones de personas viajen este año, una cifra cercana a los 4.540 millones registrados en 2019, y se operen 34,4 millones de vuelos, un 24,4% más que en 2022 y un 11,5% todavía menos que antes de la pandemia. En base a estas cifras, las aerolíneas prevén volver a la rentabilidad en 2023, aunque algunas regiones, como Asia-Pacífico, Latinoamérica y África, aún no lograrán ganancias este año. Por otro lado, y como reflejo de la fuerte desaceleración de los volúmenes de comercio internacional por la inflación y las subidas de tipos de interés, la previsión es que los volúmenes de carga aérea alcancen los 57,8 millones de toneladas, algo por debajo de los 61,5 millones transportadas en 2019.

En Europa, los pronósticos vuelven a ser positivos después de volver a los beneficios en 2022. Pese a las diversas huelgas, el impacto de la guerra en Ucrania y el contexto macroeconómico, la previsión es que las aerolíneas del Viejo Continente ganen 5.100 millones de dólares, con aún un 6% menos de pasajeros que en 2019 y un 2% menos de capacidad. Oriente Medio también seguirá en "verde" con una estimación de 2.000 millones de dólares de beneficios gracias a una mayor capacidad y América del Norte superará en un 2% su nivel anterior a la pandemia, con una previsión de 11.500 millones de dólares para las compañías aéreas de la región.

"Costos de su ineficiencia"

Walsh ha aprovechado su intervención para criticar a algunos aeropuertos por transferir "los costos de su ineficiencia a las aerolíneas" y ha señalado de manera particular al neerlandés de Schiphol (Ámsterdam). Después de "un desastre operativo autoprovocado en 2022, el aeropuerto de Schiphol continúa con su aumento de cargos del 37% durante tres años, con un 12% en 2023", ha señalado. En Europa, las aerolíneas están pagando 1.900 millones de euros adicionales a la base de costes de gestión del tráfico aéreo en 2022, según recalcó la IATA, de ahí que los retrasos se multiplicasen por tres y se incumpliesen los objetivos ambientales y de capacidad. En este sentido, el presidente de la asociación aboga por implementar estándares globales, como los de identidad digital verificables que ya se están desarrollando.

Asimismo, la asociación internacional ha destacado las más de 100 jurisdicciones desarrolladas para proteger a los pasajeros, como la regulación europea de derechos de los pasajeros EU 261, a la que ha tachado de "infame" por penalizar a las aerolíneas por interrupciones sin comprender los altos costes de no operar según lo programado.

Avances en sostenibilidad

Con las últimas políticas alcanzadas que obligan al sector aéreo a descarbonizarse para 2050, el desarrollo del combustible sostenible de aviación (SAF) es más crucial que nunca. El problema es su producción. Según Walsh, no supera el 0,1% de lo que se necesita para lograr las emisiones cero, si bien la tendencia es positiva y en 2022 la producción se triplicó hasta los 300 millones de litros. Las aerolíneas ya han comenzado a incluirlo en sus motores, pero la IATA ha remarcado que los litros producidos todavía son insuficientes para satisfacer la demanda, por lo que se deberá incrementar el número de vías y la diversificación de las materias primas.