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Alimentación

Bruselas recorta un 67% los fondos a la pesca y España prepara batalla en el Mediterráneo: "Con 2.000 millones no podemos competir"

CEPESCA denuncia el recorte del 67% en los fondos europeos y alerta de que la pérdida de especificidad del sector lo condena a más burocracia, menos competitividad y un futuro incierto para la flota española

Un barco arrastrero.

Un barco arrastrero. / CEPESCA

Marcos Rodríguez

Marcos Rodríguez

El sector pesquero español ha levantado la voz contra Bruselas. En plena crisis del consumo de pescado, la Confederación Española de Pesca (CEPESCA) acusa a la Comisión Europea de diluir la identidad de la actividad pesquera al recortar un 67% los fondos previstos para el período 2028-2034 —de 6.100 a 2.000 millones de euros— e integrarlos en un gran fondo común junto a agricultura, energía, defensa o zonas rurales.

"Los 2.000 millones no están recogidos oficialmente en ninguna propuesta legislativa", recordaron desde la patronal durante un encuentro con prensa económica, subrayando que el sector tendrá que competir con gigantes como la agricultura o la energía para captar recursos. "O ponen dinero sobre la mesa, o no podemos competir. Necesitamos el apoyo de la UE", advirtieron.

Un sector estratégico que pierde músculo

España lidera la pesca comunitaria con 8.432 buques y más de 30.000 tripulantes. Sin embargo, la flota vive una caída histórica: de los 22.000 barcos activos en 1986, hoy quedan apenas esos 8.000. A ello se suma un grave problema de relevo generacional y la disminución del consumo interno de pescado, que compromete la viabilidad del negocio a largo plazo.

CEPESCA insiste en que sin un fondo específico la pesca europea será menos competitiva, encarecerá los precios al consumidor y dependerá más de las importaciones.

Competencia desleal y el Mediterráneo en el punto de mira

Otro de los frentes que preocupa a los armadores es la competencia desleal de terceros países y la propia fiscalidad española. Mientras que los tripulantes de barcos extranjeros disfrutan de exenciones fiscales de hasta 60.000 euros, los españoles no tienen esas ventajas, lo que empuja a muchos a embarcarse bajo otras banderas.

En diciembre, el Consejo de Ministros de Pesca de la UE abordará la situación en el Mediterráneo. España peleará por eliminar la cuota de la gamba roja y aumentar los días de faena, recortados más de un 40% desde 2020. Pese a la incorporación de tecnologías como las puertas voladoras de arrastre en más de 200 embarcaciones y redes más selectivas, la flota sigue encorsetada por la burocracia y medidas que, según el sector, carecen de rigor científico.

No tiene sentido que nuestros pescadores se embarquen en otros países

Julio Morón

— presidente de CEPESCA

El sector reclama un plan de acción urgente para las flotas de altura y gran altura, castigadas por recortes, altos costes, falta de relevo y desventajas fiscales. Julio Morón, presidente de CEPESCA, fue claro: "No tiene ningún sentido que nuestros pescadores se vean obligados a embarcarse en barcos de otras banderas porque el sistema fiscal español no es competitivo. Este hecho no puede seguir ocurriendo si queremos garantizar el futuro de la flota y de los productos pesqueros de calidad".

Una negociación clave en Bruselas

Con la nueva legislatura europea y un comisario de Pesca que ha prometido diálogo, el sector mantiene la presión para que esas palabras se traduzcan en hechos. El futuro inmediato se juega en la mesa de negociaciones: un presupuesto que garantice la sostenibilidad y competitividad de la flota o, en palabras de CEPESCA, "la condena a un sector estratégico que alimenta a Europa y da empleo a miles de familias en las costas españolas".

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