Hablamos con Natalia de Agustín, autora de “Resistiré”, un libro en el que narra las duras experiencias de acoso escolar que sufrió en su infancia y su adolescencia, con el objetivo de romper el silencio y ayudar a los demás a través de su propia historia.

“Durante la escritura del libro siempre tuve presente que con mi historia podía ayudar a mucha gente y eso a mí me llenaba mucho. Cuando sufrí acoso me hubiera gustado tener un referente o saber que de ahí se podía salir y escribiendo este libro me convertí en lo que tanto necesitaba aquella niña pequeña”. Natalia de Agustín.

Tal y como nos recuerda Natalia, el bullying o acoso escolar es una forma de violencia que está muy presente en nuestra sociedad, “es un maltrato físico y psicológico que se perpetúa en el tiempo y ocasiona en el menor un sufrimiento emocional devastador que puede llevar a la víctima, en casos severos, a quitarse la vida”.

Los datos de acoso escolar en España son alarmantes y todos los padres y educadores debemos poner nuestra atención en detectar y actuar contra este tipo de situaciones. Según el II Estudio sobre la percepción del bullying en España de 2021, más del 46% de los niños afirman conocer casos de acoso escolar en sus centros educativos. Dos de cada diez niños reconocen delante de sus padres haber sido víctima de bullying o acoso escolar y sólo uno de cada tres acosados declaran haber recibido apoyo por parte del centro educativo.

En tu libro “Resistiré”, narras tu propia experiencia como víctima de acoso escolar y cómo has vivido esos años de tu infancia y adolescencia, ¿cuándo te decidiste a contar tu historia y cómo fue el proceso de escribir este libro?

Mi padre fue el que me dio la idea de escribir mi historia. Durante años había permanecido callada y vi la oportunidad de que a mí también se me escuchara. Escribir “Resistiré” ha sido muy duro y a la vez ha sanado muchas heridas. A veces cuando escribía sentía que no podía continuar o se me pasaba por la cabeza dejarlo, pero siempre tuve presente que con mi historia podía ayudar a mucha gente y eso a mí me llenaba mucho. Cuando sufrí acoso me hubiera gustado tener un referente o saber que de ahí se podía salir y escribiendo este libro me convertí en lo que tanto necesitaba aquella niña pequeña.

El pasado 2 de mayo fue el Día Internacional del contra el Bullying o el Acoso Escolar y esto hace que se hable de un problema que deberíamos afrontar todos los días del año… ¿por qué consideras que es importante visibilizar el acoso escolar y nunca banalizarlo?

En primer lugar, quiero comentar que el acoso escolar es un delito, un maltrato físico y psicológico que se perpetúa en el tiempo. Este maltrato ocasiona en el menor un sufrimiento emocional devastador que puede llevar a la víctima, en casos severos, a quitarse la vida. Es necesario darle la importancia que tiene dado que es un maltrato. Debemos tener claro que “no son cosas de niños” y tampoco un “problema de convivencia”, es mucho más que eso, son familias destrozadas y niños que seguramente tendrán secuelas para toda la vida.

Una de las preguntas que, desgraciadamente, se hacen muchas víctimas de acoso escolar es la de «¿Por qué me hacen esto a mí?». Sin embargo, tú misma explicas que no hay ninguna justificación para el acoso y que la persona que sufre acoso no debe buscar la culpa en sí misma ¿Cómo conseguiste enfrentarte a ese sentimiento de culpa? ¿Crees que normalmente señalamos más a la víctima que a los agresores?

Efectivamente, no hay ninguna justificación para recibir ese maltrato. La víctima no es responsable de las actuaciones de los que le rodean. El acoso escolar causa tal desajuste emocional que se precisa de ayuda psicológica para tratar sentimientos de culpa, vergüenza, baja autoestima, inseguridades, etc. Señalar a la víctima es el camino más fácil porque esta permanece sola ante un grupo y porque muchas veces los que pueden parar estas cosas, los profesores, en vez de trabajar con los acosadores anulan a la víctima o miran hacia otro lado.

A veces, las familias pueden tener dudas sobre si su hijo está sufriendo acoso escolar o si “quizá no es algo tan grave”, ¿en qué momento debemos plantearnos que lo que le está ocurriendo a un niño es acoso escolar? Según tu propia experiencia, ¿cómo se pueden detectar este tipo de violencias?

En el momento en el que el menor regresa del colegio padeciendo episodios que se salen de la normalidad y se repiten. Los padres pueden detectar el acoso teniendo comunicación con el menor y observando su estado de ánimo. Es imprescindible crear un clima de confianza para que el menor pueda expresar lo que le sucede sin sentirse juzgado.

Algunas de las conductas de maltrato son más silenciosas que otras como, por ejemplo, el aislamiento social. ¿Cómo puede afectar esto a la autoestima y la forma en la que nos relacionamos con los demás?

Bajo mi experiencia este es el peor maltrato que pueden ejercer sobre la víctima. Se rompe la posibilidad de comunicación con el resto de los compañeros provocando en el niño soledad, vacío y mucha tristeza.

Esta semana hemos presentado un estudio con datos de acoso escolar a nivel nacional llamado “La percepción del bullying en la sociedad española”. Cuando se entrevistó a los niños y las niñas que participaron en el estudio, más del 46% afirmó que conocían casos de acoso escolar en sus centros educativos pero que en la mayoría de estos casos no se hace nada al respecto, ¿por qué crees que sigue ocurriendo esto?

Básicamente por la falta de implicación en los docentes y la dejadez del uso de las normas de convivencia del centro. Muchos profesores prefieren mirar hacia otro lado y no implicarse en el problema para no verse afectados o que el centro escolar mantenga una imagen limpia.

El 85% de los niños dijeron que si sufrieran acoso escolar se lo contarían a sus padres y el 10% de niños y jóvenes españoles no se lo contarían a nadie. ¿Por qué es tan importante romper el silencio cuánto antes? ¿Cuáles fueron tus mayores apoyos durante todo tu proceso?

Es importante romper el silencio para que el daño no vaya a más y las secuelas no sean tan graves. Vivir episodios de violencia en un colegio o en un instituto es insoportable y es necesario que se sepa para que el peso emocional de la víctima no sea irreversible. Mi mayor apoyo fueron mis padres.

¿Recomiendas que las familias de las víctimas busquen ayuda profesional como puede ser la terapia? ¿Cómo te ayudo a ti la terapia?

Es muy importante que las familias arropen al menor con ayuda profesional para recomponer el daño que ha sufrido, la ayuda psicológica es necesaria.

A mi ir a terapia me ayudo a conocerme a mí misma y a saber que era fuerte y que podía seguir adelante. Hice la terapia convencional y luego comencé un tratamiento de EMDR para atenuar los efectos negativos por todos los momentos traumáticos que había vivido durante mi infancia y parte de la adolescencia dado que no podía avanzar ni vivir con normalidad.

Natalia, eres un referente positivo para muchas niñas, niños y adultos que podrán ver en ti un gran ejemplo de fortaleza, ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a las niñas, niños y jóvenes que están pasando por esta situación? ¿A qué personas recomendarías especialmente tu libro? ¿Te gustaría escribir más libros en el futuro?

Me gustaría decirles que se puede salir, que no dejen de luchar, que son muy valientes y que no están solos. Que nunca se avergüencen de sí mismos y que jamás cambien por nadie para encajar y tampoco para pasar desapercibidos. Decirles que se puede volver a sonreír y que son maravillosos a pesar de lo que otras personas les hagan creer.

Resistiré es un libro para un rango de edades muy amplio, aunque a los docentes se lo recomendaría para que estuvieran pendientes de este tipo de actitudes y para que vieran la trayectoria que pude tener el acoso escolar si se perpetúa en el tiempo y no ponen límites.

Creo que para los padres también puede servir de ayuda o de apoyo, ya sea para informarse de este tema o para darse cuenta de que no son los únicos que viven esta situación. Nunca es tarde para concienciar y la adolescencia es una etapa en la que se suele recapacitar mucho y se comienza a forjar un poco nuestra forma de ser y donde el acoso es más grave y peligroso por lo que también se lo recomendaría a adolescentes.