Cada X años nos vemos obligados a renovar el coche, cambiando nuestro vehículo por otro. Y una alternativa económica y a menudo fiable es la de hacerse con un coche de ocasión, es decir, ya matriculado. O de segunda mano, claro.

Sobre los coches de ocasión

Los coches de ocasión se engloban dentro del grupo de los coches de segunda mano, como los kilómetros 0 por ejemplo. ¿Pero qué es un coche de ocasión? ¿Y dónde encuentro coches de ocasión?

Gracias al sitio que adjuntamos vemos la enorme cantidad de sitios que hay, y variadas ofertas de los mismos. Pero sería muy útil primero entender qué es un coche de ocasión.

A los coches de ocasión también se les llama vehículos semi-nuevos, dado que lo más habitual es que hayan tenido un único propietario o empresa de leasing. Y en teoría su kilometraje no suele sobrepasar los 15.000 km, aunque es según el concesionario al que vayamos.

Dentro de los mismos tenemos una tipología muy particular, que son los coches de kilómetro cero. Probablemente sean los más populares ya que suelen estar en un estado óptimo para ser conducidos.

Esta clase de automóviles de segunda mano, los coches km 0 son los que no se han vendido aún, pero que sí han sido matriculados por los concesionarios por motivos comerciales, ya que las empresas a veces obligan a tener una cantidad determinada de matriculaciones para mantener la concesión.

Como estos ya han sido matriculados, teóricamente no son coches nuevos y por ello comienzan a devaluarse y a bajar su precio. Sin embargo, pese a esto, tampoco pueden verse como coches de segunda mano como tal.

Es que hay que pensar que nunca han sido utilizados. Es como si te vendiesen un teléfono móvil de hace años pero que nunca ha salido de la caja. En realidad, no es de segunda mano, aunque podría decirse que sí.

Sin embargo, tenemos que tener cuenta que la denominación de coches de ocasión o coches de kilómetro 0 dependerá del concesionario. Al fin y al cabo, es su estrategia comercial, así que cambiarán precio y denominaciones.

Sin embargo, lo habitual es que los coches de ocasión sean algo más baratos, mientras que los de kilómetro 0 son parecidos a un coche nuevo. Aunque claro, siempre es posible beneficiarse de determinados descuentos.

¿Por qué comprar un coche de segunda mano?

Aunque hace años había muchos prejuicios contra los coches de segunda mano, hoy si buscásemos “coches de segunda mano” en Google, nos encontraríamos muchas ofertas. Pero ¿merecen la pena los coches de segunda mano?

Pues en principio sí, dado que en la vida suele haber muchos gastos, por lo que es aconsejable prudencia a la hora de invertir nuestro dinero. Un coche es muy goloso, pero hay que ser cautos y entender nuestras prioridades.

Así que es muy aconsejable el método Leasing. El leasing es un método parecido al arrendamiento de coches, en el que alquilas un vehículo por un período de tiempo determinado normalmente entre dos y cinco años),

También hay una tarifa fija a pagar cada mes. El cliente tiene una absoluta capacidad de elección sobre la marca, el modelo y las particularidades del vehículo, como el color, por ejemplo.

El contrato está hecho precisamente para usted en términos del kilometraje anual estimado, la duración del acuerdo y cómo hacer los pagos. El coste total del leasing se calcula en función de varios factores.

Estos factores, a menudo muy relativos son: el valor del automóvil, el costo estimado del coche al final del leasing, el límite de kilometraje y lo que dure el contrato.

Es un método muy práctico por muchas razones. La primera es que se pueden conducir coches muy caros gracias a que sólo se paga la tarifa mensual. Además, si uno queda prendado del vehículo siempre puede comprarlo, aunque no es obligatorio, por supuesto.

También recomendamos comprar en páginas especializadas, que regulen las compraventas, pues lamentablemente a veces las estafas entre particulares se dan. Y si no pues muchos concesionarios que ofrecen vehículos muy caros.

Por supuesto para financiar tal vehículo deberemos acudir a un banco, ya que es un coche de segunda mano y no suelen estar por encima de los 6.000 euros. Además, tenemos otras ventajas.

Una muy buena es poder deshacerse del vehículo cuando nos de la real gana. En cambio, si fuésemos a un concesionario tendríamos que inscribirlo en el Registro de Bienes Muebles.

Además, en los bancos no tiene por qué haber comisiones de amortización o cancelación. En cambio, en el concesionario hay que mirar la letra pequeña. Así pues, ya tenemos los datos necesarios para este tipo de compra venta.

En conclusión, tenemos que pensar bien que queremos de nuestro coche, cómo lo queremos y sobre todo por cuanto lo queremos. Pensar en nosotros, el motor y nuestro futuro Todo lo demás ruido.