-Se habla últimamente por parte del PDECAt y de Junts per Catalunya de abandonar la unilateralidad, incluso en los puntos programáticos comunes con ERC ¿Está de acuerdo?

-Cualquier conflicto político, y especialmente el conflicto que existe entre Catalunya y las instituciones del Estado, inevitablemente solo tiene una salida política y una salida política exige siempre, por definición, capacidad de entender, de dialogar y voluntad de acordar en cualquier escenario. Por tanto, la defensa del diálogo para hallar una solución política debe ser central en la propuesta que el soberanismo tiene que presentar en estas elecciones.

-Pero hasta hace muy poco se han tomado decisiones unilaterales. ¿En la próxima etapa esto ya no se volverá a ver?

-Las decisiones que se han tomado durante estas últimas semanas iban muy vinculadas a la voluntad de las mayorías parlamentarias en el Congreso y el Senado españoles de negarse a dialogar con las instituciones catalanas sobre lo que estas planteaban. Inevitablemente, después de unas nuevas elecciones tenemos todos la obligación -no solo las fuerzas políticas soberanistas, sino las fuerzas políticas que en Catalunya defienden el actual statu quo y las fuerzas políticas del Estado- de sentarnos a dialogar. Si alguna cosa hemos aprendido todos sobre lo que hemos vivido en estos últimos meses, en estos últimos años, es que el diálogo político es la única vía posible para hallar una solución aceptable y aceptada por la mayoría de la población de Catalunya. Constatando que las ganas que ha tenido el Estado de dialogar durante estos años han sido perfectamente descriptibles.

-Si estuviera aquí alguien de la CUP diría que esto de dialogar ya no tiene ningún sentido, que es una posición ingenua... ¿Qué le diría a los independentistas que creen que se debe optar por tirar adelante sin negociar?

-Les diría que la política solo funciona de manera adecuada cuando existe el diálogo. No es verdad que las vías que obvian el diálogo y el acuerdo sean más fáciles y sencillas y que no sean problemáticas. Ni son más fáciles, ni más sencillas ni ahorran los problemas. Tienden a agravar problemas y a ser bastante más complicadas que lo que creen sus promotores.

-¿Esta apelación al diálogo, no tiene su origen en lo que hemos vivido en Catalunya, en constatar que la vía de declarar la independencia no era efectiva?

- En democracia es difícil hallar atajos que no pasen por el camino del diálogo y la voluntad de acuerdo. Las fuerzas políticas estatales han de asumir que de lo que se tiene que dialogar es sobre lo que plantea la sociedad catalana, que es poder decidir a través de un referéndum el futuro político de nuestro país. Hemos de reforzar en los próximos meses los consensos que en Catalunya articulan estas grandes mayorías.

-¿Fue un error proclamar la independencia?

-Algunos hubiéramos preferido que el 'president' Puigdemont hubiera convocado las elecciones.

-El día antes de la DUI...

-El 'president' Puigdemont tuvo en diversos momentos la posibilidad de convocar estas elecciones. Finalmente, las decisiones fueron las que se tomaron y todos las asumimos y nos comprometimos a defenderlas.

Campuzano, en otro momento de la entrevista. / ELISENDA PONS

-¿Qué le diría a un independentista decepcionado por no haber desplegado el Estado propio tras la DUI?

-Que esta es una carrera más larga que la que quizás se podían imaginar y que para defender las decisiones que el Parlament debe tomar necesitamos mayorías más sólidas y amplias de las que hasta ahora hemos tenido. Es una de las lecciones que tenemos que aprender de estas semanas y meses.

-Pero entonces, si no hay tal mayoría no proclames la independencia...

-El 'president' tampoco tenía excesivas alternativas una vez constató que el Estado tenía previsto mantener la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Y optó por un gesto que pretendía dignificar el cumplimiento de sus compromisos ante el Parlament y ante los electores soberanistas.

-La independencia va más para largo de lo que se esperaban algunos.

-La independencia será posible el día que las mayorías que la acompañen sean sólidas, amplias, transversales.

-Si ERC gana las elecciones, ¿debe facilitar que Puigdemont sea 'president'?

-Sí, si queremos fortalecer la institución de la presidencia de la Generalitat, ante una aplicación absolutamente desproporcionada e inconstitucional del artículo 155; sí, es lo que deberían hacer los partidarios del Estado propio.