Sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles han mostrado su decepción por la comparecencia en el juicio del procés, en calidad de testigo, del exministro del Interior Juan Ignacio Zoido al considerar que se «lavó las manos» respecto a la ocurrido el 1-O y no hizo una defensa a ultranza de los agentes.

Zoido declaró el jueves en el Tribunal Supremo, donde se desvinculó del operativo policial y de las cargas durante el referéndum del 1 de octubre.

El exministro indicó que ni él dio la orden a la Policía y la Guardia Civil de intervenir el 1-O ni tampoco la de poner fin a las cargas. Fue una decisión que tomaron los «operativos» y él no la examinó porque no acostumbra a «valorar los dispositivos». Ante su declaración, el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Ramón Cosío, indica que «alguna responsabilidad tenía que tener el máximo dirigente del Ministerio», pero insiste en la falta de acierto de Interior a la hora de designar a «un militar», el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, al frente de la fuerzas de seguridad del Estado y autonómica.

Y reitera que la responsabilidad no fue de los mandos operativos, sino de Pérez de los Cobos, «que es quien diseña el dispositivo y tiene que tener toda la información necesaria de inteligencia y demás para dimensionar adecuadamente ese dispositivo».

El portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Juan Fernández, considera que la declaración de Zoido fue «decepcionante» al «no asumir su responsabilidad cuando ejercía como ministro en esa época». «No reconoce que da la orden de cargar y esto debe provenir de una autoridad gubernativa», resalta Fernández.