Ciudadanos quiere pasar página del pucherazo en las primarias de Castilla y León, pero está teniendo serias dificultades para lograrlo. El candidato que acabó ganando la votación y aspirará a la presidencia de esta comunidad, Francisco Igea, trató ayer de zanjar el asunto aparentando un cierre de filas con Albert Rivera. Igea valoró la «exquisita neutralidad» de su líder del partido en el proceso, negó enfrentamientos con la dirección y afirmó que nadie le ha pedido que incorpore a su equipo a su contrincante, Silvia Clemente, la candidata que contaba con el apoyo de Rivera.

El PP, el partido que dejó Clemente para fichar por Cs, hurgó en la herida. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, el popular José Antonio de Santiago-Juárez, instó a Igea a que lleve al juzgado la «chapuza» de las primarias de Ciudadanos porque «ahí puede haber delitos». «Es una de las cosas más sucias que he visto yo en política», remachó. El PSOE aprovechó el episodio para poner en «seria» duda el «funcionamiento democrático» del partido naranja y la capacidad de Rivera para «regenerar» España con sus recetas: «transfuguismo y pucherazo».

A escala interna, el ejemplo castellanoleonés ha provocado un efecto dominó en otros candidatos derrotados en primarias autonómicas. Juan Carlos Bermejo, que fue uno de los rivales del líder de Cs en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, en las primarias para elegir al candidato a la presidencia autonómica, solicitó a la comisión de garantías y valores del partido que revise los votos emitidos al opinar que también ha podido haber irregularidades.

La misma reclamación elevaron Leonardo Pérez, segundo clasificado en las primarias de Ciudadanos para elegir al candidato a la presidencia de la Región de Murcia; y José López, aspirante derrotado en las primarias para aspirar a la presidencia de Cantabria, en las que venció el humorista Félix Álvarez, Felisuco.

ALIANZA NAVARRA / Rivera viajó ayer a Pamplona para sellar el acuerdo por el que Ciudadanos concurrirá a las elecciones autonómicas de Navarra junto con UPN y el PP. Un pacto en el que se introduce un reconocimiento expreso al régimen foral y al convenio económico entre Navarra y el Estado desde la «transparencia», pese a las múltiples críticas vertidas en el pasado por Rivera y otros dirigentes del partido contra el modelo de financiación de Euskadi y Navarra.

El acuerdo establece el compromiso de votar a favor de Javier Esparza en una investidura a la presidencia autonómica, mientras que en el caso del Gobierno de España, UPN apoyará la candidatura de Albert Rivera si este se presenta a la investidura. En el caso de que optase Pablo Casado, también votaría a favor.