El comisario jefe de la Brigada de Información de Cataluña empezó a declarar con contundencia ante el tribunal del 'procés'. Lo primero que dijo fue que en septiembre "hubo muchos incidentes" en los que la Policía Nacional fue "objeto de ataques en diferente medida". Señaló que hubo ataques antes del 20 de septiembre y después del 1 de octubre. "No han cesado hasta el día de hoy pero entonces tuvieron más intensidad", añadió.

El testigo, que dijo estar imputado en el Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona como máximo responsable del operativo que vigiló la sede de la CUP y pidió una orden judicial para poder entrar y requisar material propagandístico del 1-O, se centró justo en este episodio ocurrido el 20 de septiembre.

Señaló que en un vehículo se vieron salir palés con carteles y mientras esperaban la orden "comenzaron a llegar militantes y simpatizantes con una actitud hostil que iba amedrentando a los agentes" y se llevaron unidades del orden público para salvaguardar el orden. "Se hizo una actuación escrupulosa, sin empleo de fuerza, eso fue lo que permitió a los militantes entrar y salir del local y organizar una fiesta. Cuando nuestras unidades van a la sede fueron acometidas violentamente por los concentrados, y para retirarse tienen que hacer disparos de salvas, recibieron lanzamiento de objetos. Fue un día muy complicado", añadió.

1-O

Según explicó el testigo, los planes detallados de actuación de los mossos se publicitaron por lo que los organizadores del 1-O sabían cómo actuar para evitar. "Si tú estás informando a lo contrarios de lo que vas a hacer, estás dando una información adecuada para evitar esas medidas, lo que no tiene ningún sentido", precisó en referencia en que si los colegios se iban a cerrar a las seis, lo que se hizo fue mantenerlos abiertos "con chocolatadas, fiestas del pijama..." De ahí que cuando llegaron el binomio de mossos, los colegios ya estaban ocupadas y se constituyeron las mesas y se empezó la votación.

El comisario jefe cifró en 72 los agentes heridos, de los que siete lo fueron en el Ramón Llull, donde "costó entrar, pero mucho más salir" y "lamentablemente hubo que lanzar pelotas de goma". "Nuestros efectivos fueron perseguidos cientos de metros y tuvieron que lanzarde pelotas y uno de ellas causó lesiones a uno de los manifestantes hostiles, que "estuvo en primera fila" y "causó cinco lesiones directas a funcionarios policiales".