«Yo me identifico perfectamente con las líneas políticas a nivel estatal, pero la disfunción local que hemos tenido en Badajoz, eso sí que ha sido un caso de cloacas, no cloacas del Estado, pero sí cloacas. Se han hecho tres expedientes que eran falsos para desprestigiar a una persona». Así arranca la conversación. Es su respuesta a la pregunta de cómo se sienten en el partido. Y sus palabras evidencian que, a sus ojos, si bien la formación ha permanecido fiel a sus principios ideológicos, los conflictos internos han perturbado la imagen. La contestación la da Amparo Botejara. Ella y Álvaro Jaén serán los candidatos de Badajoz y Cáceres por Unidas Podemos al Congreso de los Diputados.

Botejara, médico de familia, repite en el mismo puesto; Jaén, que fue el candidato a presidente de la Junta, estrena ahora esta posición, pero a la vez va de número dos para las autonómicas.

Continúan las reflexiones: «Siempre hay desencuentros en los partidos, pero si se habla constantemente de ellos no se pone el foco en los problemas reales de la sociedad», apunta Jaén. «Cuando el adversario no tiene nada que hacer -apostilla-, al final dice: eres como nosotros, que es una manera de reconocer que también están salpicados hasta arriba de barro».

Bipartidismo

Botejara ha sido la primera -y única- en romper el bipartidismo de PP-PSOE. Tras su experiencia en Madrid, manifiesta que uno de los principales muros es la falta de unión entre los diputados extremeños: «Todos deberíamos luchar por una ley de precios mínimos para los productos agrarios. ¿Alguien pueden decir que no? Eso es defender los derechos de la región».

En su papel como portavoz de Sanidad, presentó y defendió una primera ley de eutanasia, «pero el PSOE no la apoyó».

Para Jaén lo que debe retumbar en Madrid es la creación de una banca pública que no cierre el grifo de los créditos a las pequeñas empresas. Sería la manera de poder crear empleo en los pueblos y evitar la emigración.

Defienden que gracias a Podemos se ha subido el salario mínimo a 900 euros. Ellos piden llegar incluso a los 1.200, «es lo que dice Europa». Tienen claro que es la manera de reactivar el consumo y la economía. Cuando se les pregunta por la postura opuesta de los empresarios, y no solo de la gran patronal, sino de los pequeños emprendedores que cuentan con un asalariado, replican que, por eso, piden ayudas para las pymes: «El problema no es pagar la nómina del trabajador. Es que como país estamos en los primeros puestos en la diferencia que existe entre los que más ganan y los que menos».

Sobre la falta de equidad, aparece Cataluña en la conversación. Botejara lamenta: «En los últimos meses PP, Ciudadanos y los partidos nacionalistas han radicalizado y hecho un discurso crónico. No había otras opciones de debate».

«La sociedad -prosigue en este sentido- no debería ser tan tolerante con los discursos y las mentiras de los políticos. Es que más del 75% del discurso son insultos».

Políticas sociales

Su partido sigue basando su programa en las políticas sociales y en poner el foco en los colectivos más débiles, pero su discurso ya no cala de la misma manera. La prueba son las elecciones andaluzas, donde perdieron tres escaños (allí se unieron con IU, al igual que a nivel nacional), y las últimas encuestas, en las que se refleja igualmente su bajada.

Si se les pregunta si el caso ‘chalet Pablo Iglesias’ ha hecho daño por la proyección de incoherencia entre la teoría política y la práctica de su líder, asoma la indignación y expresan: «Hay gente que quiere que vivamos en una cueva con candiles porque parece que eso es coherencia para la izquierda».

Les molesta «la cantidad de espacio que ha ocupado el tema en los medios de comunicación» y aseguran que lo que deja una huella imborrable «es la contrucción de pruebas falsas par destruir a adversarios políticos, como todo el mundo está comprobando ahora». «Es muy complicado limpiar después la imagen».

Si se les comenta si existe un problema de egos en el partido, reconocen de nuevo que el cartel de Vuelve de Pablo Iglesias fue un error. Pero Botejara apostilla: «Hay gente que quiere solucionar problemas y gente que viene a vivir de la política. Y eso en el caso de Badajoz se ha visto muy claro».

¿Expectativas de cara a las elecciones? Primero silencio. Después responde Botejara: «El fenómeno Vox, que de forma inexplicable en Extremadura va a tener un peso importante, nos va a perjudicar. Extremadura será de hecho la más perjudicada. ¿Por qué? Por ejemplo, porque ellos en lugar de poner recursos en el medio rural los quieren quitar».

Si se les pregunta si creen que parte de su electorado, el voto del cabreo, se va a cambiar ahora a ese partido, Jaén responde: «No creo que el voto de Podemos fuera de cabreo, porque parece que es una pataleta de gente enfadada que igual vota una cosa y después se va a la contraria. Es una cuestión de qué modelo quieres para España y qué modelo quieres para Extremadura».

¿Entonces, resultados? «Yo confío en la gente», dice. Botejara concluye como proclama: «Si no, el PSOE estará secuestrado por los partidos nacionalistas».