Según el calendario inicial previsto (y que ya incluía tensiones e imprevistos), este martes a mediodía se debía rubricar en Alicante el pacto para un segundo gobierno progresista en la Comunidad Valenciana con el socialista Ximo Puig de nuevo de presidente pero eso ya no va a pasar. Las negociaciones entre el PSPV, Compromís y Unides Podem EU siguen bloqueadas y no se descarta ningún escenario para el pleno de investidura de este miércoles.

Desde primera hora de la mañana, la comisión negociadora ha estado reunida en la sede socialista pero a mediodía, los representantes 'morados' han abandonado la reunión al no ver satisfecha su petición de incorporar competencias en 'Cambio Climático' a una de las dos áreas que en principio dirigirá.

El lunes por la noche fueron los representantes de Compromís los que se fueron. Antes la vicepresidenta en funciones Mónica Oltra había asegurado que su formación era la única que había encarado la negociación con generosidad. Para completar la escenificación del enfado, ni ella ni el resto de consejeros 'naranjas' acudieron a la cena de despedida del Consell que había organizado Puig. Esta mañana ambos líderes han mantenido un breve encuentro para acercar posturas.

NEGOCIACIÓN INTERMINABLE

Después de doce días de interminables jornadas de negociación, existe un acuerdo sobre el programa a aplicar, el 'qué' en el lenguaje del Govern del Botànic, pero sigue sin haberlo en el 'cómo' y el 'quién'. Es decir, que aún no se sabe cuántas consejerias habrá, qué competencias tendrá cada una y quiénes serán sus titulares y sus segundos y terceros, pues lo que sí que está claro es que volverá a haber 'mestizaje' y se mezclarán personas de distintos partidos en cada departamento.

Aunque un principio se barajó la opción de un gobierno más amplio, en las últimas jornadas parece que todos aceptan que haya doce consejerias (con la duda de si Presidencia, con Pug al frente) contará o no. El PSPV subiría una, hasta tener seis, Compromís perdería dos y se quedaría con cuatro, y UP se estrenaría con dos.

Este reparto habría llevado al partido de Oltra a vetar que Rubén Martínez-Dalmau, el cabeza de lista de Podem, tenga rango de vicepresidente como ella.

Ahora el debate se centra en qué competencias (y por tanto qué presupuesto) tendrá cada uno de los departamentos y aún faltaría por saberse el nombre de algunos de sus titulares aunque se da por hecho que el PSPV y Compromís mantendrán al menos a la mitad de los de la pasada legislatura.

PUNTO DE PARTIDA

Tras conocerse en la madrugada del 28 de abril los resultados electorales, las tres fuerzas dieron por hecho que habría un acuerdo pero también se empezaron a vislumbrar las dificultades que habría para alcanzar un 'Pacte del Botànic II'.

Por una parte, estaba por el nuevo reparto de fuerzas, con los socialistas reforzados, Compromís ligeramente perjudicado y UP en claro retroceso pero al mismo tiempo indispensable, y por otra por la voluntad de la franquicia morada y de Esquerra Unida de entrar en el ejecutivo, a diferencia de lo que pasó en la pasada legislatura cuando fueron socios externos.