Con el verano dando sus últimos coletazos, la justicia comienza a poner rumbo a un nuevo curso con la mochila cargada de asuntos. La esperada sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O marcará la vuelta al colegio en este año judicial que, si bien se abre oficialmente hoy, empezó a efectos prácticos el pasado lunes, día en que fue imputada la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre por el caso Púnica. Tan solo 48 horas más tarde, la justicia absolvía al Partido Popular por la destrucción de los ordenadores de Luis Bárcenas.

Son dos claros ejemplos de que el curso se vaticina movido, entre las macrocausas que siguen creciendo, las que se van poco a poco resolviendo y algunos juicios que están por venir. Una temporada en la que el protagonismo se lo volverá a llevar la lacra de la corrupción, a derecha e izquierda, que escribirá nuevos episodios de las tramas y los escándalos más mediáticos.

Aun así, habrá tiempo para asistir a otra sentencia histórica, como la del referéndum de independencia de Cataluña. El Tribunal Supremo prevé decidir pronto si avala la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. Y quedará espacio para el último gran juicio al entorno de ETA y la vista contra tres exdirigentes de la banda.