Los siete nietos del dictador aseguran que si su momia sale del Valle de los Caídos debe ser inhumada en la Almudena, junto a los restos de su hija. Los Franco argumentan, en un informe de 99 folios al que ha tenido acceso este diario, que en ese lugar no se producirían disturbios ni largas colas. Y ponen como ejemplo «paradigmático la celebración de la Marcha del Orgullo... que concentra entre uno y dos millones de personas. Lo que tampoco ha impedido que se venga autorizando y celebrando sin problema de seguridad relevante alguno». Añaden que en el Orgullo «se concentran en un día cinco veces las personas que visitaron el Valle de los Caídos en todo el año».

Por contra, el Tribunal estudia dos informes de la Delegación del Gobierno que defienden el traslado de los restos de Franco al cementerio de Mingorrubio-El Pardo, donde está enterrada su viuda, Carmen Polo. Rechazan la Cripta de la Almudena porque crearía «graves problemas de seguridad» y podría «colapsar» la zona, en pleno centro de Madrid. Además, señalan que la «sepultura de Franco genera problemas de conflictividad social y política». Llevarla a la Almudena, subrayan en su informe, «podría espolear a la extrema derecha, al tiempo que ofendería a sus víctimas».

Problemas de seguridad

Los documentos de la Delegación del Gobierno subrayan que inhumar a Franco en la Almudena plantearía «graves problemas de seguridad desde el punto de vista del riesgo terrorista». Frente a ello, el informe de los peritos de la familia Franco mantiene que el riesgo de un atentado sería mayor en El Pardo: «Un potencial terrorista de extrema izquierda cuenta con un marco más favorable... con vías de escape claras, posibilidad de ocultamiento y ausencia de medidas (de seguridad)».

Para rechazar llevar a Franco a la Almudena, los informes de la Delegación del Gobierno creen que es «aplicable» la sentencia que prohibió introducir esteladas en la final de la Copa del Rey de fútbol celebrada entre el Barça y el Sevilla en Madrid el 20 de mayo de 2016. El informe del Gobierno «traslada» esas razones al caso de Franco y afirma que «inhumar los restos en la Cripta de la Almudena daría lugar a episodios de conflictividad, alterando seriamente la paz social y el orden público en pleno centro de la capital de España».

Según el informe de los defensores de Franco, los restos del dictador no recibirían en la Almudena la visita de «más de 500 personas por hora, lo que no representa problema alguno para el orden público». Comparan la atracción que ejercería con la de una exposición sobre el rey Carlos III celebrada en el Palacio Real, que tuvo el doble de visitas, unas 2.094 diarias, «sin problema de orden público alguno».

El pasado año visitaron la tumba de Franco en el Valle de los Caídos, a más de 40 kilómetros de Madrid, un total de 366.202 personas, según datos oficiales. El informe de la familia Franco compara esas cifras con las de otras concentraciones festivas celebradas en Madrid, como la final de la Copa Libertadores de fútbol, que tuvo lugar el pasado 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu, entre el Boca Juniors y el River Plate argentinos. También incluye el millón y medio de personas que acuden cada año al Palacio Real, situado muy cerca de donde ellos quieren reinhumar los restos de Franco.

Camareros y bebés

El informe de los Franco sí considera que llevar los restos del dictador a El Pardo, donde viven 3.500 personas, puede colapsar el lugar y «se va a ver alterado el derecho de los ciudadanos que acuden a disfrutar de la naturaleza y tranquilidad de la zona o de los restaurantes». En ese sentido, apuntan la posibilidad de que «se incrementa el riesgo de accidentes graves, teniendo en cuenta que los restaurantes están a ambos lados de la carretera que hay que atravesar para llegar al cementerio, siendo normal que camareros con las viandas y clientes, incluso con bebés, crucen esta calle».