Los frailes de la abadia benedictina que custodia los enterramientos del Valle de los Caídos han celebrado este domingo su misa en una explanada aledaña a su convento, pues la basílica, en la que se encuentran los restos de Franco, estaba cerrada.A la misa, concelebrada, han asistido clientes alojados en su hospedería y una veintena de familiares de alumnos del colegio y escolanía que mantienen los monjes.A cinco kilómetros carretera abajo, en la puerta del recinto monumental, ha vuelto a concentrarse un grupo de franquistas, la mayoría venidos de Madrid, exigiendo subir hasta la basílica para la misa. Igual que ayer, la Guardia Civil que, con refuerzos, vigila el recinto, les ha vuelto a impedir la entrada.

Algunos miembros del grupo han protagonizado roces y empujones con los guardias, en un incidente de intensidad menor del que se registró la mañana de este sábado.Los funcionarios y personal laboral de Patrimonio Nacional están de libranza, que se les comunicó en la tarde de este viernes tras la orden gubernativa de cierre del Valle para la realización de los trabajos de exhumación de los restos de Franco. En el colectivo de trabajadores llaman a este descanso sobrevenido "días francos de servicio".El prior Santiago Cantera ha buscado en vano con un abogado las vías para un recurso a la orden de cierre, pero estiman sus asesores que solo sería atendido después de que el cierre hubiese concluido.Según fuentes cercanas a la comunidad de frailes, estos se proponen oficiar su misa diaria y contractual por los caídos y por Franco a la intemperie mientras dure la clausura del templo horadado en el risco de Cuelgamuros.