El complejo calendario judicial, en un sentido amplio conceptual y geográfico, se yergue cual enredadera en la negociación, posible acuerdo y eventual sesión de investidura de Pedro Sánchez. No es nada nuevo y no será la última vez. La siembra de querellas en su día lleva y llevará a una continua interferencia de los asuntos de la ley en cualquier negociación política que se pergeñe. La situación de los presos y su itinerario hacia los distintos grados de libertad; la vista para la extradición o no de Carles Puigdemont y el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre si Oriol Junqueras goza o no de inmunidad como eurodiputado, se enredan con las patas de la negociación entre PSOE y ERC.

Las juntas de tratamiento de las cárceles donde se encuentran presos los nueve dirigentes del 1-O realizarán antes del 14 de diciembre la propuesta para clasificar a cada uno de ellos en un régimen penitenciario, atendiendo su situación personal y penitenciaria. Esta propuesta deberá ser aprobada después por la Secretaria General de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, que tiene un plazo máximo de dos meses para hacerlo. Es decir el 14 de febrero.

LAS POSIBILIDADES

A partir de esta clasificación, los internos podrán disfrutar de permisos (a partir del segundo grado y tras cumplir un cuarto de la condena) o de régimen penitenciario de semilibertad. Una de las posibilidades es que se les aplique desde el primer momento el llamado tercer grado penitenciario, que permite al recluso únicamente ir a dormir a la cárcel. Un 40% de los internos sin antecedentes lo tienen, puesto que la ley solo exige cumplir la mitad de la condena para acceder a la semilibertad en caso de delitos especialmente graves como terrorismo, pederastia y crimen organizado, pero no en el resto.

Las cárceles deberán proponer la próxima semana el régimen penitenciario para los reclusos

Si la secretaría general concediera al final este régimen abierto, la decisión puede ser recurrida por la fiscalía y al Supremo.

No obstante, el segundo grado u ordinario también permite flexibilizar el régimen de los presos hasta condiciones muy similares a las de la semilibertad, mediante dos artículos del reglamento, el 100.2 -que se aplicó al exdirigente de CDC Oriol Pujol- y el 117, que ha propiciado las salidas de Iñaki Urdangarin para llevar a cabo actividades de voluntariado en una oenegé. En estos dos casos, es la junta de tratamiento la que los concede.

INMUNIDAD Y TJUE

No es el único círculo rojo que tiene el calendario de Junqueras. El 19 de dieiembre el TJUE sentenciará sobre la inmunidad o no del presidente de ERC. El Abogado General de la UE, Maciej Szpunar, sostiene que Junqueras adquirió su condición de eurodiputado, y por ende, la inmunidad, con la proclamación de los resultados electorales del 26-M.

Es decir, que no se precisa cumplimiento del ritual que cada país impone para acreditarse como parlamentario europeo y que, en el caso de España, Junqueras no siguió porque se le negó la salida del Centro Penitenciario Madrid VII, donde estaba recluido.

En el mismo texto, Szpunar reconocía que la condena de Junqueras, especialmente la de inhabilitación, hacía estéril toda discusión. Desconocía entonces el abogado general que en la ejecutoria de la sentencia, el Tribunal Supremo suspendió la pena de inhabilitación hasta que, justamente, el TJUE resolviera las cuestiones prejudiciales requeridas por Marchena.

PUIGDEMONT, AL ACECHO

Súmese a todo ello que un fallo favorable a los intereses de Junqueras abrirían la puerta a que Puigdemont presentara un recurso al mismo TJUE sobre su inmunidad parlamentaria vedada por España y por el propio Parlamento Europeo. Lo que, sumado a la libre circulación de que de momento goza, podría suponer otro cóctel explosivo para la negociación de la investidura del candidato socialista.

Eso sí, la libre circulación del expresidente catalán depende de lo que decida la justicia belga el 16 de este mes, día de la vista oral sobre la nueva euroorden dictada por España para lograr la extradición de Puigdemont, Toni Comín y Lluís Puig. El 12, las defensas, tras el escrito del fiscal, tendrán otra oportunidad para contraargumentar. El mismo día está prevista también la vista sobre la euroorden de Clara Ponsatí en Escocia. La enredadera crece descontrolada.