El Gobierno consiguió ayer en un solo debate en el Congreso que una mayoría parlamentaria allanase los Presupuestos no solo para este año sino también para el próximo. La abstención de los diputados de ERC fue clave para sacar adelante la senda de estabilidad presupuestaria para el periodo 2021-2023 y también el llamado techo de gasto para el 2020 y el 2021. Lo esperable es que ayer se votara el del año corriente y, en junio, el del próximo. Al hacerlo de esta manera e introducir de rondón las dos cifras de techo de gasto, el Ejecutivo ahorra a ERC volver a pasar por esa votación en verano, cuando puede estar en precampaña electoral.

La artimaña la denunció Elvira Rodríguez, portavoz del PP. Afirmó que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que no hizo referencia en su discurso al presupuesto del 2021, vulnera la ley de estabilidad ya que no acompaña ese segundo techo (131.437 millones de euros, el 3% más que los 127.609 millones de este año) con los informes requeridos de Bruselas.

CONSEJO DE MINISTROS / Fuentes de Hacienda, sin embargo, restaron intencionalidad a la alusión. Explicaron que la ley de estabilidad obliga a publicar el techo de gasto para el año siguiente en el mismo acuerdo en el que el Consejo de Ministros propone la senda de objetivos de déficit y de deuda para ese año y los dos siguientes, como ha sido el caso.

La confusión nace del hecho de que este trámite, de aprobación de la senda de objetivos, tradicionalmente era abordado en el mes de junio por el Consejo de Ministros, para su posterior tramitación parlamentaria en el mes de julio. Ahora, el Gobierno ya lo tiene listo y ha quitado la presión sobre el líder republicano en Madrid, Gabriel Rufián, socio clave en este asunto.

En las votaciones, además de PSOE y Unidas Podemos, el Gobierno contó con el respaldo de PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Coalición Canaria, PRC y Teruel Existe. ERC, Bildu y BNG se abstuvieron y el PP, Vox, JxCat, Cs, la CUP, UPN y Foro Asturias votaron en contra.

PULSO DE JXCAT Y ERC / Para ERC, el no de JxCat muestra una vez más su «deslealtad». Fuentes de ERC señalan que el pasado lunes la antigua Convergència pensaba apoyar el techo de gasto, pero que todo cambió cuando supo que los republicanos se iban a abstener. Tras este precedente, ERC piensa cambiar su relación parlamentaria con JxCat y no anticiparle su sentido del voto.

En el debate introductorio, Montero hizo un gesto para ganarse a sus socios coyunturales: anunció la decisión de flexibilizar la regla de gasto a favor de las corporaciones locales y comunidades autónomas con superávit en sus cuentas públicas. La regla de gasto impide aumentar las partidas por encima de una determinada referencia ligada al crecimiento.