El que fuera primero gerente y después tesorero del Partido Popular (PP), Luis Bárcenas, declaró el pasado 24 de febrero ante el juez que instruye el caso 'Púnica' que el PP de la Comunidad de Madrid entregaba los donativos que recibía en efectivo a la tesorería de partido nacional, y desde allí posteriormente se realizaban transferencias bancaria de vuelta a las cuentas regionales del partido. Apuntaba así a una operación de blanqueo del dinero que llegaba en forma de donativos en efectivo de empresarios, de los que calcula que el 98 por ciento eran constructores.

La razón de esta operativa, según la declaración como testigo del extesorero ante el juez del 'caso Púnica' Manuel García Castellón, a la que ha tenido acceso Europa Press, se encontraba en que determinados conceptos no podían ser abonados en efectivo cuando se trataba de una campaña electoral y el objetivo era que el dinero se reflejase en las cuentas tanto bancarias como contables de la sede regional.

Se recibían cantidades importantes", señala el extesorero ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, apuntando al gerente del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez, como la persona con la que tanto él como el tesorero que le precedió en el cargo, el fallecido Álvaro Lapuerta, trataban estos asuntos.

En todo caso, Gutiérrez sería un mero "mandado" de los últimos responsables de las operaciones, que no eran otros que el presidente y el secretario general del partido en Madrid en cada momento. Al insistir el fiscal, Bárcenas apunta que la presidenta desde 2003 y hasta que él abandona el partido es Esperanza Aguirre, y señala como secretario general, aunque expresando algunas dudas, a Francisco Granados.

Esta operativa, junto con fondos donados por empresarios a través de la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de la Comunidad Autónoma de Madrid (Fundescam) serían las dos vías utilizadas desde al menos 2003 por el PP de Madrid para eludir la ley en lo relativo a las campañas electorales que, según detalló Bárcenas a preguntas del fiscal Anticorrupción Alejandro Cabaleiro.

Fue la Fiscalía la que instó esta declaración tras el escrito en el que el extesorero del PP se puso a disposición de la Audiencia Nacional para colaborar en esta pieza y en la causa sobre la presunta caja B del partido, ambas en instrucción.

En relación con estas operaciones, el fiscal se interesa durante el interrogatorio por la cantidad a la que ascenderían estas donaciones en B por cada campaña, lo que Bárcenas calcula entre 300.000 y 400.00 euro y califica de "habitual".

"Las campañas electorales de Madrid, desde que yo tengo memoria, han supuesto un gasto electoral superior al limite máximo permitido por la ley, no tengo la menor duda - confesó-. En todas las campañas electorales, pero no de Madrid exclusivamente, los límites electorales se superan".

Es en este contexto en el que se sitúa, entre 2007 y 2008, la entrega por parte de Lapuerta a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid y presidenta del PP regional, Esperanza Aguirre, un sobre con 60.000 euros que habían recibido de Luis Gálvez, propietario de la Constructora Ploder

"Álvaro se lo entrega a Esperanza Aguirre en un marroncito pequeño, como los que utilizábamos en la tesorería del partido" y "tenía que ser en billetes de 500 porque no abultaba gran cosa", detalla a preguntas d de la Fiscalía, para insistir que ese dinero había que "aplicarlo directamente a lo que el empresario había pedido", que era la campaña de Aguirre. "¿Le vale como testimonio directo?", concluye Bárcenas sobre este capítulo ante las precisiones que le pedía el fiscal.

"No hay animadversión, he reflexionado"

Pese a señalar estos datos, apuntándolos como un hecho del que tuvo constancia directa, Bárcenas iniciaba su confesión negando animadversión alguna hacia miembros del partido en el que trabajó ni ánimo de conseguir beneficios penitenciarios. "Mi ofrecimiento es interesado, fruto de la reflexión los errores cometidos y daños que he podido causar a personas inocentes", apunta.

En cuanto a la vía Fundescam, Bárcenas recuerda durante el interrogatorio que desde su constitución, siendo él gerente a principio los años 2000, se le pidió que fuera "interlocutor con la CEOE para la búsqueda de donativos", ya que para los empresarios de Madrid el PP regional ya tenía cauces de contacto con el CEIM.

"Como consecuencia de mi interlocución se canalizaron a través de la donación los donativos que por ser campaña electoral no podían ir a los partidos (...)Se nos pide que hagamos patente que la CEOE está colaborando con Madrid regional", explica a preguntas del representante del Ministerio Público.

En cuanto a las pruebas que apoyen estas manifestaciones, Cabaleiro le pregunta en un momento del interrogatorio si, más allá de la credibilidad de su palabra, que en todo caso debe valorarse, dispone de algún tipo de "corroboración periférica" además de los recurrentes "sin ninguna duda" con los que iniciaba casi todas sus respuestas durante la declaración. El extesorero le responde que la Ley de Enjuiciamiento Criminal da valor probatorio a las testificales, y que sus manifestaciones valen tanto como las de "cualquier otro testigo".