Los 8.130 ayuntamientos españoles iniciarán el 11 de mayo una revolución que cambiará a medio plazo la fisonomía de sus ciudades con la entrada en vigor del límite general de 30 km/h en las calles de un solo carril por sentido, un modificación que "humanizará" las urbes como espacios para personas y no para los coches.

De ello están convencidos tanto la Dirección General de Tráfico (DGT) como la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que este martes han presentado una guía para que las entidades locales tengan claro la normativa con la exposición gráfica de una treintena de casuísticas que se pueden encontrar en sus poblaciones.

La norma que el 11 de mayo entrará en vigor se refiere a la modificación del Reglamento General de la Circulación, aprobada justo seis meses antes de esta próxima fecha mediante un real decreto, por la que se cambian los límites de velocidad en vías urbanas y travesías.

Así quedarán los límites de velocidad en ciudad.

En Valladolid, esta semana se aprueba el nuevo reglamento municipal de tráfico con el que entre el 70 ó 80 por ciento de las 1.845 calles de la ciudad reducirán la velocidad de 50 a 30 kilómetros por hora.

El director general de Trafico, Pere Navarro, ha recordado que estos límites en las ciudades quedan, por norma general, de la siguiente forma: 50 kilómetros por hora en vías de dos o más carriles; 30 kilómetros por hora en las de un único carril por sentido de circulación, y 20 kilómetros por hora en las que dispongan de plataforma única de calzada.

Un "salto", ha dicho Navarro, que habían pedido ayuntamientos como los de Bilbao, Madrid, Valencia, Málaga o Zaragoza, y que se refuerza en diversos estudios que concluyen que la bajada del límite de velocidad en este tipo de calles reduce al 10 por ciento la mortalidad en caso de atropello de un peatón.

"La gran medida para calmar el tráfico en la ciudad pueden ser los 30 km/h", ha vaticinado Navarro, para quien la iniciativa "no es aislada", sino que forma parte de un cambio de modelo en el que las ciudades serán "más humanas y sostenibles" y en las que se garantizará que las urbes no son lugares para que circulen los coches sino para solo entren y salgan.

Además de asumir ese cambio los ciudadanos, incluidos los conductores, el director de la DGT apuesta por "explicar, informar, concienciar y convencer", porque el objetivo no es sancionar o no al conductor que rebase estos límites sino hacer entender el beneficio para todos los ciudadanos de la nueva medida.

Bilbao, un ejemplo

Bilbao es ya un ejemplo de calles a 30 km/h tras convertirse en la primera ciudad del mundo de más de 300.000 habitantes en disminuir la velocidad.

Su teniente de alcalde, Alfonso Gil, también presidente de la Comisión de Transportes, Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de la FEMP, se ha mostrado convencido del cambio de la movilidad en los municipios y de que el 30 km/h es una "apuesta segura que ha venido para quedarse".

"La ciudad es de todos o no será", ha dicho Gil, quien ha comparado los años 80, en los que el protagonista del modelo de ciudad eran los vehículos, y el tiempo en el que vivimos, cuando el paradigma central es la persona y la convivencia entre los actores.

Gil ha apuntado además que en 2050 el 70 por ciento de la población vivirá en ciudades y que estas tendrán cada vez más población mayor que no cogerá el coche.

Con la opinión de Navarro y Gil coincide también el secretario general de la FEMP, Carlos Daniel Casares, para quien el reto de reducir los límites de velocidad en los municipios es "el mejor instrumento de seguridad vial en el ámbito urbano".

La guía que la FEMP hará llegar a todos los ayuntamientos pretende aclarar dudas con fotografías de casos reales para que los consistorios tengan claro el 11 de mayo qué límite de velocidad tendrán sus calles.

Así, por ejemplo en calles de dos carriles por sentido, pero en las que una está reservada para la circulación de autobuses, la norma fija es que el límite de ambos sea de 30 km/h; mientras que, si uno es un ciclocarril, el límite para los vehículos será de 50 km/h; y si se trata de dos carriles, uno "reservado para ciclistas", el límite será en ambos de 30 km/h.

En el caso de las travesías -calles que atraviesan municipios-, el reglamento ha fijado el límite en 50km/h.