Felipe VI ha recibido este viernes en el Palacio de la Zarzuela al que fuera jefe de la UE en las negociaciones del 'brexit', el francés Michel Barnier, de visita en Madrid para participar en un acto de la Fundación Carlos de Amberes.

Barnier pronunció este jueves la XV Lección Conmemorativa en la Fundación Carlos de Amberes, que se centró en el proceso de la salida del Reino Unido de la UE.

El rey ha saludado al político francés en el Salón de Audiencias y, a continuación, han mantenido una charla en su despacho.

Barnier fue comisario europeo de Política Regional (1999-2004) y del Mercado Interno (2010-2014) antes de ocuparse de negociar los términos del "brexit", una tarea que finalizó en marzo de este año.

Su próximo objetivo es aspirar a ser candidato del partido conservador francés Los Republicanos en las elecciones presidenciales previstas en Francia en abril de 2022.

Al término de este encuentro y también con la presencia de Barnier, el rey ha recibido al patronato de la Fundación Carlos de Amberes, encabezado por su presidente, el periodista Miguel Ángel Aguilar.

Esta entidad, de la que Felipe VI es su presidente de honor, tiene como objetivo fomentar los valores europeístas.

La anterior Lección Conmemorativa de la Fundación Carlos de Amberes fue dictada por el expresidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker en julio de 2018.

Desarma la "ilusión"

Con 21 años Michel Barnier fue llamado a las urnas junto al resto de franceses para votar la adhesión de Reino Unido a la Comunidad Económica Europea. Aquel militante novel del partido gaullista sería 44 años después el negociador jefe de la UE para el Brexit y desvela a Efe que "nunca se arrepintió" de haber votado 'no'.

A Barnier (La Tronche -Francia-, 1951) le acompaña la etiqueta eterna de haber liderado durante más de cuatro años un constante tira y afloja entre la UE y Reino Unido, que concluyó con la entrada en vigor el 1 de febrero de 2020 del Acuerdo de Retirada por el que los británicos certificaron su salida del club europeo.

El político francés, actual candidato a las primarias del Partido Republicano (centroderecha) en Francia, se refirió a la situación de desabastecimiento que vive Reino Unido durante una entrevista con Efe en Madrid: "Aquí las consecuencias económicas y comerciales del Brexit; acabo de aterrizar de Londres y he podido constatar la escasez de combustible, pero también de materias primas".

El exministro y excomisario europeo se mostró receloso acerca del compromiso de Reino Unido para cumplir sus acuerdos con la UE tras el Brexit.

"Mermaron nuestra confianza y tenemos dudas" después de "su comportamiento" en desafíos "tan importantes" como Irlanda del Norte o el acuerdo pesquero, que incumplen "negando el acceso de nuestros pesqueros" a sus aguas territoriales, argumentó.

Cuando Barnier expone su visión sobre la política exterior de la Unión con Reino Unido habla en primera persona del plural. Se encuentra en los inicios de su presumible carrera hacia el Elíseo, pero exterioriza su preocupación y hace hincapié repetidamente en la "grave situación" de Irlanda del Norte.

"El problema en Irlanda del Norte es el Brexit. Esperamos que se cumplan responsablemente los acuerdos para poder mantener la paz", detalló sobre las tensiones en territorio norirlandés (británico) que el pasado abril derivaron en episodios de violencia e hicieron recordar viejos fantasmas del conflicto armado nacionalista que golpeó duramente la región hasta finales del siglo XX.

Barnier ha presentado en Madrid la edición en español de su libro "La gran ilusión. Diario secreto del Brexit (2016-2020)", publicado por Akal.

A lo largo de quinientas páginas reflexiona en él sobre el proceso y dedica ácidos comentarios al actual primer ministro británico, Boris Johnson, al que califica de "barroco", o a su predecesora, Theresa May, de quien opina que "cerró muchas puertas antes de empezar a negociar con la UE".

Desafíos postbrexit

En cuanto al enclave británico de Gibraltar, al sur de la Península Ibérica e histórico objeto de disputa entre España y Reino Unido, afirmó: "Confío en el Gobierno español para mantener una posición que sea la de la Unión Europea. El mandato europeo será el del Gobierno español".

Además, animó a los dirigentes gibraltareños a que "digan lo que desean" porque, según Barnier, serán los principales afectados haya "un buen acuerdo o un no acuerdo".

Con todas sus ambiciones puestas en alcanzar el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia de la República francesa, Barnier dice de sí mismo que es un político europeo, "francés patriota, pero europeo".

Se acalora cuando le preguntan por Aukus, la alianza militar entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia para preservar sus rutas comerciales en Asia-Pacífico y limitar el poder geopolítico de China.

Para Barnier, este acuerdo crea un "desafío" en la relación Estados Unidos-UE, y por eso abogó por una alianza atlántica basada en la "franqueza y el respeto", y desechó la hipotética creación de un Ejército europeo.

A pesar de su conocida defensa de los valores europeístas, Barnier propuso que Francia recuperase constitucionalmente su soberanía jurídica en materia migratoria y no quedara a merced de políticas comunes de los Veintisiete en este apartado, unas declaraciones que han sido tildadas incluso de euroescépticas.

"Hablaba de la inmigración que viene de terceros países; no de terminar con la libre circulación en el interior de la Unión Europea, como hizo Reino Unido", especificó Barnier a Efe.

Deja a un lado argumentos profundos y análisis sosegados al final de la entrevista, cuando se le pregunta por la condena de un año de cárcel para el expresidente francés Nicolas Sarkozy por supuesta financiación ilegal de su campaña durante las presidenciales de 2012: "Fue un gran presidente, fui su ministro y soy su amigo".