El libro de Cayetana Álvarez de Toledo ha levantado muchas ampollas dentro del PP y, especialmente, en el grupo parlamentario del Congreso que llegó a representar como portavoz. Sobre todo, por el relato de algunos capítulos en los que asegura que los diputados populares “acabaron comportándose coma una claque servil y sectaria”, criticando las conversaciones que tienen en un grupo de WhatsApp cuando otros dirigentes, como Teodoro García Egea, terminan una intervención desde la tribuna o en la sesión de control al Gobierno. “Un espectáculo de diputados compitiendo entre elogios con emoticonos de palmas” y expresiones como “¡¡¡Grande!!!”, “Maestro”, “Sensacional”, narra la diputada por Barcelona en su última publicación, que lleva por título ‘Políticamente indeseable’.

Algunos parlamentarios del grupo han decidido alzar la voz, y con nombres y apellidos reprochan a la exportavoz “su deslealtad intolerable”, sugiriendo que “debería irse por coherencia” y dejar el acta. Así lo manifiestan a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario perteneciente al mismo grupo de comunicación que este medio, trasladando un malestar generalizado que deja dudas de cómo será el reencuentro con Álvarez de Toledo en el escaño, después de que haya dicho que no piensa abandonar.

Andrés Lorite, diputado por Córdoba, afirma que no leerá un libro “basado en el rencor, la mentira y el insulto''. “No pienso contribuir. No tengo la más mínima curiosidad”, zanja. Como el resto de sus compañeros, ha visto alguna página a través de fotografías y pantallazos que llevan días circulando por las redes sociales y los canales de comunicación internos. “Nunca ha sido compañera. Siendo portavoz se cruzaba por el pasillo con muchos de nosotros y ni saludaba. Con el grueso del grupo parlamentario no tenía trato a pesar de que como portavoz nos tenía que coordinar y representar. Una portavoz tiene que tener empatía”, zanja el diputado andaluz. 

Es un reproche que se repite entre distintos diputados y que, tras la publicación del libro, ha aflorado con un disgusto profundo. Tomás Cabezón, parlamentario por Soria, también reconoce la “indiferencia total” que expresaba la dirigente por el trabajo del grupo cuando ocupó la portavocía. “La realidad es que no portaba la voz del grupo, solo la suya. Y por eso no era una buena portavoz”, concluye. 

La inquietud en el grupo popular sobre cómo será el reencuentro con Álvarez de Toledo en próximas reuniones o en votaciones presenciales tras revelarse el contenido del libro también es reiterativa. La mayoría piensa que “llevará la provocación hasta el final” y descartan que vaya a dejar el escaño. Otra de las diputadas que aparece citada en el libro con su nombre, la gallega Ana Belén Vázquez (por Ourense) reconoce que “la situación se ha vuelto complicada”, y defiende que la exportavoz “deberá ser muy consecuente” con sus actos. “Entiendo que sea importante vender libros, pero no a costa del honor y el trabajo del resto de los diputados. Ella nos ha visto trabajar y sabe el ritmo que llevamos. Qué pena que no haya visto otras capacidades y condiciones como compañeros en vez de las que relata”, dice la parlamentaria a este diario.

La descripción que aparece del comportamiento en el grupo parlamentario, entre duras críticas al secretario general del partido (de quien dice hacer “política testosterónica, de peloteo y pelotas” o no tener “una sola idea valiosa”) y al propio Pablo Casado (a quien tacha de “bienqueda”) es para el diputado Miguel Ángel Castellón (Almería), “una caricatura y no un retrato”, que no se ajusta a la realidad. “No somos emoticonos que nos dedicamos a aplaudir. No es un chat de información relevante, es para hablar con los compañeros y comentar intervenciones y cosas de ese tipo”. “No le voy a dar importancia porque llevando al absurdo este relato que se ha creído, lo que hace es tirar sus postulados por tierra”, reprocha en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. “Se erige como defensora de la libertad. No es la libertad que teníamos los diputados cuando era portavoz. Ni para escribirle un WhatsApp”.

“No se quejó cuando la aplaudíamos a ella”

La decepción y el enfado entre los diputados ha ido en aumento con los días, según iban apareciendo informaciones en los medios de comunicación sobre el libro, y se confirmaba que el retrato que hace de los compañeros de escaño es de “palmeros” y esbirros de la cúpula popular. “Estamos dolidos. Cuando la aplaudíamos a ella en el chat no se quejaba”, insiste el diputado por Almería.

El resto de sus compañeros coinciden en la posición. Ana Vázquez (que junto a la malagueña Carolina España aparece en el libro) recuerda cómo todos los diputados “cerraron filas” tras su nombramiento a pesar de las dudas y la polémica que suscitó. “Fuimos disciplinados. Cerramos filas. Ser portavoz del grupo parlamentario es algo muy importante. Dejarnos como palmeros con la cantidad de horas que sabe que echamos para defender el proyecto del partido y de Pablo Casado es muy duro”, afirma. “A ella también la animábamos. Le decíamos “grande” y “crack”, y entonces no le molestaba”. Andrés Lorite se une al reproche e ironiza con que los aplausos a sus intervenciones en la tribuna “no salgan en el libro”.

Pablo Casado, Cayetana Álvarez de Toledo y Pablo Montesinos. EFE

Son muchos los diputados consultados por este diario que también se toman con ironía la invitación de Álvarez de Toledo a la presentación del libro, que tendrá lugar el 29 de noviembre en Madrid. “¿Quiere que vayamos para que nos insulte allí también?”, se preguntan. El contenido de la publicación ha caído como un jarro de agua fría en el grupo que ahora encabeza Cuca Gamarra y se une a otras crisis de mayor enjundia, como la del pulso por el control de Madrid, que en este momento afronta Génova.

Antes de conocerse el avance del libro, la exportavoz aseguró en una entrevista con el diario ‘El Mundo’ que incumplió la disciplina de voto en la renovación institucional que PP y Gobierno pactaron hace semanas, y que incluía a los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional. Álvarez de Toledo votó en blanco y el grupo le abrió un procedimiento interno que, como adelantó este diario, terminará en sanción económica. “Es un caso de libro”, explican fuentes parlamentarias, asegurando que habrá multa. Eso sí, llegará dentro de unas semanas.

En Génova confían en que la tormenta amaine en los próximos días a pesar del revuelo que ha generado el libro. Entienden que lo que busca la exportavoz es “una notoriedad que no tendría si escribiera de otra cosa y en otros términos”; y defienden, como pidió ayer el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, que debe dejar el escaño si ya no se siente representada por el PP. 

Ningún dirigente de peso ha salido en defensa de Cayetana Álvarez de Toledo excepto Isabel Díaz Ayuso, que hace días dijo que, a su juicio, la diputada por Barcelona “siempre ha representado muy bien los valores” de la formación.