La presidenta del ParlamentLaura Borràs, ha roto este lunes el silencio público. Lo ha hecho desde los micrófonos de RAC-1, no desde la sede parlamentaria, para defender que no piensa dimitir y que su propuesta para desoír a la Junta Electoral Central (JEC) sobre la retirada del escaño del cupero Pau Juvillà "no fue aceptada". “Estamos aquí porque no se ha querido ir colectivamente hacia las ultimas consecuencias", ha indicado, reprochando a ERC y CUP su actuación.

“No dimitiré. Tengo la obligación de pensar en todos los escenarios, y el de la dimisión también lo es, y de escuchar a todas las personas que tengo a mi alrededor. Pero viendo todo lo que ha pasado, si yo me fuera sería leído como una renuncia, una manera de ver que lo que ha pasado ha sido un error”, ha espetado. Tratando de defender que su actuación ha sido distinta a la de su predecesor, Roger Torrent, ha sentenciado que "las cosas se han intentado hacer de forma distinta" al caso del 'expresident' Quim Torra, "trabajando para la planificación, el acompañamiento, el compromiso y la determinación hacia un resultado diferente", aunque la reconocido que "no todas las batallas se ganan" y que el resultado no ha sido el que esperaba.

"La rendición no es una opción y que el resultado haya sido que el escaño de Juvillà llegara al Parlament retirado y no se haya podido revertir, no quiere decir que esto deba despertar sonrisas bajo la nariz en independentistas. Me parece lamentable. Los que sí se ríen son los que aplican la represión desde el Estado", ha sentenciado Borràs sobre las críticas recibidas.

Reunión con Aragonès

Borràs ha confirmado el encuentro que mantuvo con el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, en Manresa que adelantó EL PERIÓDICO en que ella propuso una desobediencia conjunta a la JEC por el caso Juvillà y al TSJC por el 25% del castellano en las aulas. "Son los electores quien ponen y quitan a los electores", ha aseverado. Sobre la CUP, ha deslizado que ella se mantuvo firme a "llegar tan lejos como se quisiera llegar", un escudo con "unidad antirepresiva", que finalmente no funcionó. "La propuesta que hago es asumiendo el riesgo, las máximas consecuencias", ha sentenciado, sin querer desvelar cuál era el plan que ella puso sobre la mesa y al que se aferra para defenderse.

"Me sentí muy inútilmente expuesta después de haber hecho una propuesta sincera, franca, con una voluntad de no resolver este caso de decir hasta aquí, basta. ¿Hasta cuando tendremos que ver esta humillación permanente? No puedo hacerlo yo sola, tenemos que hacerlo todos, de forma colectiva y ambiciosa", ha afeado a ERC y CUP. "Tirar adelante sola es un sacrificio estéril", ha zanjado.

La presidenta ha desgranado las actuaciones que llevó a cabo desde que se votó el primer dictamen en defensa de Juvillà en el pleno el 17 de diciembre y ha indicado que la Cámara actuó frente a la JEC, al menos, hasta que el 28 de enero recibió el burofax en el que se confirma el cese del diputado de la CUP, tras denegar la petición de medidas cautelares de Juvillà, y da por confirmada la suspensión ya que la resolución es firme en vía administrativa diga lo que diga después el alto tribunal sobre las medidas cautelares y la firmeza de la sentencia del TSJC.

En cuanto a los funcionarios, Borràs ha asegurado que "son perfectamente conocedores del ordenamiento jurídico" y que no podías hacer otra cosa que acatar a la JEC, motivo por el que desactivaron el voto y no fue convocado al pleno. "Quien les amenaza no es solo la JEC, sino el Código Penal", ha afirmado. "No coaccionaré a los funcionarios", ha insistido.