El ambiente de guerra civil en el PP se abre paso. Al cruce de acusaciones y a la lucha intestina que ya asumen en primera persona Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso se une ahora el reclutamiento de apoyos que sus núcleos duros empiezan a hacer. Llamadas y mensajes que se suceden desde el jueves, cuando todo saltó por los aires. “Están llamando a todo el mundo para ver en qué bando están”, explican diputados, alcaldes y distintos cargos en la Comunidad. Al mando se encuentran, entre otras personas, dos pesos pesados de cada líder. Así lo publica El Periódico de España.

Alfonso Serrano (mano derecha de Ayuso, portavoz del grupo parlamentario en la Asamblea y jefe de campaña del pasado 4-M que encumbró a la presidenta) es quien se ocupa por ese lado de ir sondeando a los distintos dirigentes. En Génova los emisarios son varios pero el vicesecretario Antonio González Terol aparece en la cúspide

La preocupación en el PP madrileño es máxima, aunque el shock se extiende a las provincias de toda España, donde los cargos públicos alertan de que la militancia también ha estallado y los reproches a la dirección nacional son constantes. Como publicó El Periódico de España, los chats internos del partido no han dejado de echar humo desde que se conocieron las primeras informaciones del supuesto espionaje al entorno de Ayuso.

La percepción de alcaldes y concejales de distintos municipios es que se ha abierto la pugna por el futuro control del partido. Génova asegura que la hoja de ruta de los congresos regionales se mantiene (todos deberían celebrarse con alguna excepción en este primer semestre del año) y para Madrid la fecha reservada seguía siendo finales de junio. 

Con independencia de lo que ocurra con ese congreso, que no solo no se ha convocado sino que se mantiene a la expectativa de lo que ocurra con Ayuso (Génova la ha expedientado y debe concluir si hay sanción o incluso expulsión), cuadros de toda la Comunidad son conscientes de que la batalla ahora en los segundos niveles pasa por atar el máximo número de apoyos posibles. “Quieren saber de qué pie cojea cada uno. Llaman de todos lados. Necesitan saber quién controla la situación y quién se hará con las riendas del partido antes o después”, relatan a este diario.

Lo que acreditan fuentes cercanas a Sol es que “los dos liderazgos son incompatibles dentro del partido. Dicho de otra manera: la guerra ha ido tan lejos que ya no es posible una solución de unidad. Y muchos dirigentes coinciden en que “la cabeza de García Egea” podría no ser suficiente, porque Casado ha atado su destino al del secretario general. La indignación en el entorno de la presidenta madrileña superó los niveles máximos cuando este viernes Casado dejó a Ayuso al borde del tráfico de influencias

El presidente del PP verbalizó también “la comisión de 286.000 euros” que se habría llevado Tomás Díaz Ayuso sin aportar pruebas y volvió a repetir el relato de acontecimientos de los últimos meses, insistiendo en que la presidenta se había negado a aportar información.

Ayuso le contestó en la misma emisora de radio confirmando la batalla pública y en directo a la que muchos en el partido asisten con estupefacción y unas horas más tarde hizo público un nuevo documento confirmando el cobro de 55.000 euros que habría recibido su hermano, no como comisión sino “por una gestión comercial legal”. Génova ha evitado pronunciarse sobre este nuevo dato, que rebaja de manera importante la cifra inicial. 

Por ahora la única víctima que se ha cobrado la crisis es Ángel Carromero, obligado a dimitir por aparecer como el artífice del supuesto espionaje contra Ayuso. El coordinador general de Alcaldía en el Palacio de Cibeles dejó el cargo público aunque se mantiene al frente de sus labores en el PP de Madrid, lo que tampoco ha gustado a buena parte del partido, que entienden que las decisiones deben “cortar de raíz” la situación y no seguir ahondando en las heridas.