No habrá lugar para las descoordinaciones y codazos entre fuerzas de seguridad que se produjeron en un primer momento de shock tras la explosión del chalet de Alcanar y los atentados de Barcelona y Cambrils. Un nuevo plan de Prevención, Protección y Respuestas Antiterrorista presentado este lunes por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, prevé orden en la respuesta policial, dejando la coordinación en un primer momento "al cuerpo competente en el territorio", en el caso de Cataluña los Mossos, y la Ertzaintza para un golpe terrorista en Euskadi.

En plena estado de alerta antiterrorista 4, que de momento no se modifica, Interior ha estrenado su nuevo plan antiterrorista con una nueva versión que supera las modificaciones que ha ido incorporando en 2009 y 2015 -desde su creación, en 2005- e incorpora las directrices de la Estrategia contra el Terrorismo de la Unión Europea.

El plan centra su acción en las fases de Prevenir, Proteger, Perseguir y Responder, en torno a las cuales se reúnen todos sus objetivos. Para la prevención, con medidas de aumento de la vigilancia y seguimiento de los fenómenos de autorradicalización de los llamados "actores solitarios" y las células del yihadismo.

Para la protección, mediante un aumento de la vigilancia de objetivos sensibles, con especial incidencia en parapetar a los "equipos físicos de tecnología de la información sobre los que descansa el funcionamiento de los servicios esenciales", ha dicho Marlaska.

En los dos puntos cobra "especial relevancia", ha subrayado la ciberseguridad, por las vías de adoctrinamiento de radicales que sirven las redes y por el aumento del riesgo estos años de ciberataques.

Policías integrales

Los otros dos objetivos, perseguir y responder tienen también mucho que ver con la coordinación de las fuerzas de seguridad. grande-Marlaska ha recordado que las policías autonómicas "no es que participen de este plan, es que son seguridad, policías integrales".

Pero es el ámbito de la respuesta el que recoge más novedades. En caso de atentado terrorista, se reunirá una Mesa de Coordinación y una Mesa de Evaluación de la amenaza. El nuevo plan refuerza la de Coordinación, para ejecutar planes de respuesta, movilizar recursos policiales y activar lo más pronto posible la asistencia a las víctimas.

A la Mesa de Coordinación se sentarán la Secretaría de Estado de Seguridad, Policía, Guardia Civil, Mossos, Ertzaintza, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas, la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad, Instituciones Penitenciarias, la Dirección General de Protección Civil, la de Relaciones Internacionales y Extranjería y la de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo.

Por este plan, en el territorio que es escenario de un golpe terrorista se constituirá un Centro de Gestión de Crisis Territorial que funcionará hasta que las fuerzas de seguridad localicen y detengan a los autores del atentado y se estime que el nivel de amenaza ha bajado.

Apoyo a las víctimas

En respuesta a una pregunta periodística, el ministro ha hecho una referencia vaga al supuesto espionaje sufrido por Isabel Díaz Ayuso, recordando que la obtención de datos "que afectan a derechos fundamentales" solo es posible "con una resolución judicial si ese camino es legal".

También ha tocado otro asunto caliente, el del intercambio de mensajes entre Joseba Azkarraga, como representante de presos de ETA, y el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz y la reacción que ello ha suscitado en la derecha. "Es mentira que equipare a víctimas y verdugos", ha dicho con rotundidad el ministro del Interior cuando se le ha preguntado, en el acto de presentación, por las acusaciones que el Partido Popular y algunas asociaciones de víctimas del terrorismo le hacen por el fin de la política de dispersión de presos de ETA.

Marlaska ha recordado que él es, de todos los titulares de la cartera, el que más se ha reunido con las víctimas, y que Interior informa puntualmente a los afectados por atentados de cada movimiento de presos que lleva a cabo.

Este nuevo plan antiterrorista, con vigencia en principio para cinco años, ha sido presentado antes a los portavoces de los grupos parlamentarios con espacio en las Cortes. No han acudido Vox, ni Esquerra ni EH-Bildu, pero sí el PP.