La toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco como presidente de la Junta de Castilla y León estará marcada por la ausencia del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, que no acude este martes a Valladolid. El adelanto electoral del 13 de febrero, que no cumplió las expectativas esperadas en la formación conservadora, termina su camino dos meses después con un final agridulce. El candidato del PP ganó las elecciones y revalida la presidencia, pero lo hace acompañado de Vox por primera vez en una coalición.

Un pacto que abre un escenario nuevo en la política española y, sobre todo, convierte al partido de Santiago Abascal en un socio formal de los populares. A Feijóo se le atragantó el acuerdo desde el primer momento y tampoco vio con buenos ojos la negociación que permitió a los ultra quedarse con la presidencia de las Cortes. 

El dirigente gallego sí ha defendido que Mañueco debía formar gobierno, reprochando al PSOE la exigencia de un cordón sanitario sin ofrecer una alternativa para no depender de Vox. Pero el líder del PP no estará en el acto institucional que corona al nuevo presidente. En su lugar acude la número dos del partido, Cuca Gamarra.

Feijóo estará reunido durante toda la jornada con organizaciones empresariales (Cepyme y CEOE) y sindicatos para trabajar en la propuesta de bajada de impuestos que a finales de semana enviará a Moncloa. En su encuentro de hace dos semanas con Pedro Sánchez acordó que le haría llegar un documento elaborado a pesar de que el Gobierno niega la posibilidad de esas rebajas fiscales. En ese documento está centrando Génova buena parte de sus esfuerzos, incluida la agenda de Feijóo. Pero a nadie se le escapa la principal lectura de que el líder nacional no esté al lado de Mañueco en un día clave. Quien sí estará será Isabel Díaz Ayuso que, con toda seguridad, monopolizará toda la atención.

La presidenta de la Comunidad de Madrid defendió desde el primer momento un entendimiento con Vox para que Mañueco pudiera ser investido presidente, frente a las reticencias de otros compañeros de partido, incluido Juanma Moreno Bonilla, que será el siguiente en pasar por el examen de las urnas. La política de pactos con Vox es el plato fuerte que Feijóo tendrá que afrontar en el corto y medio plazo, con una división interna más que evidente al respecto. Hay dirigentes que son partidarios de asumir al partido ultra como un socio más, entendiendo que tras el próximo ciclo electoral deberán replicar el pacto de Castilla y León para poder gobernar. 

En la otra cara de la moneda están quienes consideran esencial marcar distancias con Vox y buscar vías alternativas para gobernar sin ellos. El propio Feijóo defiende un modelo que va en esa línea y, de ahí, la insistencia al PSOE de respetar el principio de que gobierne la lista más votada. 

La ausencia del líder nacional se verá amplificada por otras de peso como la del andaluz Juanma Moreno. Tampoco estará el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, que además celebra en su comunidad el día grande las fiestas de primavera, el Bando de la Huerta. Hay otros dirigentes que sí han confirmado su asistencia como el extremeño José Antonio Monago y el castellano manchego, Paco Núñez. También estarán presentes los expresidentes de la Junta Juan Vicente Herrera, Juan José Lucas y Jesús Posada.

En Castilla y León afrontan con naturalidad la escasa asistencia de pesos pesados del partido, remarcando que el “objetivo” era volver a gobernar y es lo que harán. Pero ya hace semanas, tras el congreso de Sevilla, algunos dirigentes no evitaron mostrar su malestar por la pérdida de peso en el poder interno de la comunidad. Sobre todo al ver que Feijóo renunciaba a incluir en su dirección una cuota castellanoleonesa para priorizar la de Castilla-La Mancha con el nombramiento de Carmen Navarro como vicesecretaria del área social. Internamente, la decisión fue entendida como un “castigo” por las negociaciones con Vox. 

A la toma de posesión de Mañueco de 2019 acudieron Moreno Bonilla y el entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, hoy vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local en la dirección de Feijóo. También estuvo Mariano Rajoy.

El nuevo Gobierno de coalición

Tras la toma de posesión, Mañueco deberá designar a los consejeros de su gobierno. Por ahora solo han trascendido los cuatro miembros de Vox. El vicepresidente, Juan García-Gallardo, que no tendrá una cartera ejecutiva asociada al cargo, sino que tendrá la presidencia de la Comisión Delegada del Gobierno y de la Comisión de Simplificación Administrativa (procedimientos ambientales incluidos), además de la representación suplente en el Comité de las Regiones, el Comisionado de las Víctimas del Terrorismo y la representación institucional de las relaciones de los órganos de la administración de la comunidad con el Consejo Consultivo de Castilla y León y el Procurador del Común.

Además, la propuesta de Vox incluye a Gerardo Dueñas, Gonzalo Santonja y Mariano Veganzones para las consejerías de Agricultura, Cultura e Industria y Empleo respectivamente. La preocupación en el PP es la designación que el partido de Abascal haga de los cargos de segundo nivel que son realmente quienes gestionan el día a día de la Junta. Por otro lado, Mañueco aún debe desvelar a los consejeros del PP (siete en total) que completarán el organigrama del nuevo gobierno autonómico.