Las dudas que manifestaban hace semanas muchos dirigentes de peso del PP sobre si tendrán capacidad de dejar a Vox fuera del futuro Gobierno andaluz o reducir su presencia a la mínima expresión se han ido disipando. O, al menos, como reconocen presidentes autonómicos a El Periódico de España, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, , la idea que ya ha calado en la formación es que hay que hacer todo lo posible para que así sea. El objetivo es intentar un Gobierno en solitario, incluso asumiendo los riesgos de una repetición electoral.

Alberto Núñez Feijóo quiere evitar a toda costa un segundo Gobierno de coalición con Vox y que el caso de Castilla y León quede en anécdota. También es la intención original de Juanma Moreno, aunque todo dependerá del resultado que finalmente obtenga el partido de Santiago Abascal, que contará con Macarena Olona de candidata después de la confirmación de la Junta Electoral.

Lo que el PP cree que no debe repetirse es la negociación desarrollada con Vox en Castilla y León, que no convenció a nadie en el partido porque además de una vicepresidencia y tres consejerías supuso entregar la presidencia de las Cortes a los ultras, a la que sumaron otro puesto en la Mesa del Parlamento. La realidad es que Alfonso Fernández Mañueco tenía poco margen de actuación. Primero, porque el PP se quedó con 31 diputados, muy lejos de la mayoría absoluta, y necesitaba el sí de los diputados de Vox para formar Gobierno. Con menos escaños Ciudadanos había entrado en el gobierno de coalición tres años antes (lo que confirmaba la exigencia de los de Abascal) y, además, el PP no podía amagar con una repetición electoral de la que sólo saldría beneficiado Vox.

La situación en Andalucía es distinta. Desde que Moreno confirmó la fecha electoral, las expectativas del partido han seguido creciendo. Todas las encuestas sitúan al presidente autonómico como primera fuerza y algunos sondeos auguran que podría sumar más que toda la izquierda junta. Este es el escenario idóneo que barajan en Génova (también en la Junta) para pedir una abstención de Vox, igual que hizo Isabel Díaz Ayuso

La cuestión es que el partido ultra ve “un paso atrás” quedarse fuera del Gobierno andaluz después de haber entrado en el castellanoleonés. Y, de ahí, que ya empiecen a lanzar la idea de que si un solo voto de Vox es necesario (sea a favor o a través de la abstención) exigirán su presencia. Fuentes del PP aseguran que la única posibilidad de que rebajaran esa petición pasaría por que la distancia de votos fuera tan elevada que tuvieran muy complicado explicar sus exigencias.

Todos los barones del PP consultados por El Periódico de España consideran ahora que Moreno debería “llegar hasta el final” para no compartir gobierno con Vox o forzar la menor representación en el futuro ejecutivo autonómico. Incluso los dirigentes más reticentes con las altas expectativas generadas —por ejemplo, en el entorno de Mañueco, que recordaban cómo cuando su presidente convocó elecciones “también salían las cuentas” y al final el resultado fue peor de lo esperado— piensan que el andaluz “debe jugar la carta de la repetición electoral que Alfonso no tenía”.

Si se cumplen los pronósticos que reflejan las encuestas y Moreno obtiene un resultado holgado, distintos ‘pesos pesados’ populares creen que debe insistir en un Gobierno en solitario. “Él sí puede llevar este órdago al final”, zanjan en el entorno de Mañueco, y también en el del presidente de la Región de Murcia. “Tenemos que intentar gobernar solos y trasladar la idea de que lo de Castilla y León puede no tener que repetirse”, insisten en el núcleo duro de Fernando López Miras.

También en Madrid defienden que el modelo a seguir es el que instauró Ayuso el 4-M, compartiendo la filosofía de Feijóo de intentar recuperar al PP de las mayorías absolutas. El presidente nacional lanzó un recado muy claro al PP madrileño este fin de semana en el congreso regional: hay que mejorar el resultado el próximo mayo.

Es cierto que la presidenta madrileña siempre se ha mostrado como la líder sin complejos a la hora de entenderse con Vox, sobre todo si la alternativa es llegar a algún tipo de entendimiento con el PSOE. Fue la única dirigente que respaldó abiertamente el acuerdo de Mañueco con Juan García-Gallardo (Vox). Pero, como señalan en su entorno, lo hizo porque era la única opción viable. Ayuso sí es partidaria de evitar coaliciones con otros partidos, “tener las manos libres” y apostar por gobiernos en solitario como consiguió ella en Madrid. Es una postura, la de que Moreno llegue hasta el final, que también ve con buenos ojos el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.

El propio Feijóo aseguró en el comité ejecutivo nacional de este lunes que el partido “no debe renunciar a obtener una mayoría amplia que cambie las cosas en España y a que nazca un proyecto claro y un presidente libre", señalando directamente a Moreno: “No estaría mal que empecemos a hacer esto por Andalucía”, zanjó ante la plana mayor del partido, justo después de anunciar la nueva estructura de Génova al completo, que cuenta también con amplia presencia andaluza. El nuevo secretario general del grupo parlamentario, quien llevará el día a día del partido en el Congreso, es el granadino Carlos Rojas.