El conjunto de sucesivos envíos de ayuda militar remitida por España -en su mayoría armamento ligero, lanzagranadas y munición de artillería- "no es suficiente" para la Ucrania invadida. De hecho, la munición para obuses que formaba parte, entre otros materiales, de las 200 toneladas enviadas en el buque carguero del Ejército Ysabel el pasado 28 de abril dio para solo dos horas de combates, según los militares que asesoran a la presidencia ucraniana. Lo ha comentado así este viernes el embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev, en una comparecencia ante los medios en Madrid.

El diplomático ha aprovechado la redonda fecha del día 100 de la guerra para insistir, ahora de forma púbica, en su petición al gobierno de Pedro Sánchez de que redoble sus envíos de armamento. Lo enviado hasta ahora por España, según Pohoreltsev, supone solo un 0,03% del potencial bélico de este país.

"No pedimos lo que España no puede proveer", ha dicho el embajador. Por la información que tiene la embajada "España podría enviar carros de combate Leopard que tiene almacenados y sin uso", ha asegurado.

El gobierno ucraniano cree que España podría donar también obuses de 155 milímetros, morteros de 120, sistemas de defensa antiaérea y antitanque, y misiles antibuque Harpoon. Pese a emplear un tono conciliador y palabras de agradecimiento, el embajador ha lamentado que España esté en "uno de los menores índices" de ayuda militar en comparación con otros países de la Unión Europea.

Instructores

El Ministerio de Defensa tiene un plan para instruir a tripulaciones de caballería ucranianas en el uso de los carros de combate Leopard de que dispone el Ejército de Tierra. Lo que hasta el momento venía siendo una posibilidad sin refrendo oficial ha sido confirmado por la embajada ucraniana.

El embajador Pohoreltsev no ha querido abundar en detalles, pero sí ha admitido que "la SEGENPOL" (Secretaría General de Política de Defensa) tiene "sobre la mesa" un plan para enseñar a los militares ucranianos "lo más rápidamente posible" el uso de carros cuyo dominio no conocen por tratarse de armamento occidental y no ajustarse a los parámetros de los tanques T72 soviéticos y postsoviéticos que son de uso mayoritario en Europa del Este.

"Voluntad hay, plan hay, lo que no hay es tanques", ha resumido el diplomático ucraniano. Cumplidos 100 días de la invasión rusa, ha recordado que "el material militar ruso supera en 20 veces el que tiene Ucrania", y ha deplorado la lentitud en los envíos de armas, esta vez pesadas y de largo alcance, porque "sin armas pesadas, sin armas modernas, durará más la guerra, morirá más gente y se destruirán más infraestructuras". Aproximadamente un tercio de las infraestructuras del país han sido ya destruidas por el ataque ruso, según los cálculos del gobierno ucraniano.

Bomba nuclear

El ejército ucraniano contempla como un posible escenario del conflicto el empleo por Rusia del arma nuclear. En una visión que comparten los analistas que asesoran a Defensa -como ha contado este diario-, y también otros estados mayores europeos, Ucrania prevé "toda amenaza, también la nuclear -ha explicado el embajador en España- porque no se sabe qué decisiones puede tomar el presidente ruso. Ocupando Chernóbil han mostrado que pueden usar lo nuclear en cualquier momento".

Pohoreltsev cree que por eso "es muy importante la unión contra el agresor, para dar una posible respuesta" a un incidente atómico. En Europa "hay que estar preparados para cualquier obsequio del Kremlin", ha dicho.

Y con esas palabras resumía lo que sin duda será una de las materias de reflexión estratégica en la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en Madrid el 29 y 30 de junio. Ucrania sigue "esperando a recibir la invitación", por lo que su representante en España no ha podido informar de qué rango tendría una delegación ucraniana en la cumbre. Sí ha dado como poco probable que acuda el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a Madrid.

Otro de los asuntos de seguro debate en la cumbre, el presupuestario y el del gasto en envíos de ayuda militar, tiene que ver con una de las reflexiones que ha hecho el representante ucraniano: "No se puede con una mano prestar ayuda y con otra subsidiar la guerra". Se refiere a las empresas españolas que aún trabajan con Rusia.

Ya son 1.037 compañías las que han cortado relación y abandonado su cartera rusa, pero aún continúan algunas que el diplomático no ha querido nombrar. Sí ha citado a la azulejera Porcelanosa, para contar que ya no tiene negocio en Moscú y que, además, ha donado dinero al Banco Nacional de Ucrania, y también a la firma de minería y armamento Maxam, para contar que está en proceso de salir de Rusia.