El PSOE estaba preparado para sufrir y encajar una derrota electoral en Andalucía, que en la Moncloa hace semanas que daban por descontada. Pero una cosa es enfrentarse a un mal trago y otra deglutir una mayoría absoluta histórica del PP en una comunidad en la que los socialistas habían sido hegemónicos durante la friolera de 40 años. Pasan las horas y la digestión es cada vez más pesada. El batacazo andaluz amenaza con transformarse en un dolor crónico. Y en los territorios han comenzado ya a pensar en las fórmulas para aliviarlo. Desde el domingo por la noche, con el recuento finalizado, el socialismo español ha iniciado una profunda terapia. Entre la docena de presidentes autonómicos, barones regionales y cuadros autonómicos consultados por este diario emergen tratamientos distintos pero hay coincidencia en la enfermedad que padece el Gobierno: "Desconexión" de los ciudadanos, ausencia de dirigentes en el Ejecutivo y en Ferraz con "peso político" e incapacidad para "rentabilizar" los logros de la "gestión", que todos califican como "positiva" y cuyas políticas "son aceptadas por la ciudadanía". 

Y ante esto, coinciden la mayoría, es imperativo actuar. "Hay que tomar nota" después de Andalucía. Es necesario una "estrategia renovada". "Tenemos que cambiar", señalan varios de ellos. Su inquietud es más general que personal. Quienes gobiernan creen que continuarán haciéndolo al igual que ha sucedido con los presidentes de Galicia, Madrid, País Vasco, Castilla y León y Andalucía. "La ciudadanía apoya a los gobiernos que han gestionado la pandemia, lo haría también si convocáramos nosotros", reflexiona un presidente. El problema, explica, es que "no lucen las grandes reformas que hace el Ejecutivo y no se percibe el apoyo de la clase trabajadora". "Hay un voto con tendencia nacional y eso juega en nuestra contra", continúa este mismo interlocutor. 

"Reflexionar" fue el verbo más repetido este lunes, también reiterado en Ferraz. El presidente de Aragón, Javier Lambán, reclamó incluso a la cúpula federal que se realice de manera "muy profunda"

"Se han tomado medidas", añade otro, pero "a la gente no le llega nada". "Nada de nada", subraya, "aunque son decisiones que afectan a sus vidas". Entre las razones de que que esto ocurra, admite, figura por supuesto el aumento de los precios, que desdibuja la reacción ante la crisis del Gobierno. "La inflación a la gente le toca el bolsillo". Esto, prosigue, y que "hay gente cabreada". Por el "ruido" dentro del Ejecutivo, por "el respaldo de EH Bildu" y "por otras razones", asegura este presidente. "Pedro Sánchez ha subido las pensiones más bajas, ha normalizado la convivencia, ha hecho la reforma laboral que ha impulsado los contratos indefinidos". Aunque, avisa, "como no se controle la inflación, está la cosa difícil". 

Los barones no creen (y ahí coinciden con Ferraz) que el desastre andaluz sea algo extrapolable, ni a las autonómicas y municipales ni a las generales. Pero también reconocen que el resultado "no es bueno y debe provocar una reflexión". "Hay una tendencia y preocupa y hay que darle la vuelta a la situación". "Reflexionar" fue el verbo más repetido este lunes de pesada resaca andaluza, también reiterado en Ferraz. El presidente de Aragón, Javier Lambán, reclamó incluso a la cúpula federal (o sea, a Sánchez) que se realice de manera "muy profunda" tras la "contundente" victoria del PP en la comunidad más poblada de España. Ese fue el encargo más directo y público, pero en privado la demanda es compartida, también de los barones más cercanos a Ferraz.

"Deja a Vox fuera"

Existe una reclamación unánime en las comunidades de que "hay que cambiar". Sin embargo, no esperan una reacción inmediata. Pero sí, meditada. Lo importante, destaca un secretario general, es "acertar". "No creo que haya que precipitar nada. El Gobierno, que gobierne. No hay que obsesionarse con lo que ocurrirá en las generales porque aún están lejos, ni dar nada por hecho". Este dirigente es uno de los pocos que destaca dos conclusiones relevantes del 19-J: que "deja a Vox fuera" y que "diluye a Isabel Díaz Ayuso". La contraparte es que el resultado del PSOE es "malo" y la "izquierda no sale bien parada". "Si hay una noticia positiva en Andalucía es que Vox sale muy débil, tocando techo y muy por debajo de las expectativas electorales que tenía", coincidió en Twitter el asturiano Adrián Barbón, quien demandó un "análisis crítico" de lo ocurrido.

El Ejecutivo, propone una presidenta, "debe ser capaz de generar mucha más empatía, que permita tener a la izquierda movilizada"

Más tarde o más temprano, todos creen que será imprescindible "activar mecanismos para dar la vuelta a esta situación". Y para lograrlo las propuestas son variadas. Desde quienes consideran que Sánchez debe hacer un cambio de Gobierno —una opinión muy generalizada en el partido— hasta lo que no piensan que ahí radique la solución. En todo caso es fundamental, apunta un responsable territorial, "volver a ilusionar". "Hablar un lenguaje más cercano a la calle y a los problemas del día a día de la gente". 

Este dirigente sí ve factible una remodelación para que el Gobierno tenga más músculo político, más ministros capaces de "proteger" a Sánchez y de "frenar los ataques de [Alberto Núñez] Feijóo". Uno de los barones consultados vería como un avance que el presidente "se dedicara a vender todo lo que se ha hecho". Y otro asume que que "hay estrategias que han de cambiarse". "No sé si debe afectar a personas o a la comunicación". Pero, incide, "no se recoge el fruto de la gran gestión". El Ejecutivo, propone una presidenta, "debe ser capaz de generar mucha más empatía que permita tener a la izquierda movilizada". 

"El farolillo está encendido"

Otro de los máximos responsables territoriales plantea que si no cambia al Gobierno que, al menos, cambie el partido. Su núcleo duro. Su impresión es que "hacen falta pesos políticos que marquen iniciativa con credibilidad". Conjetura si incluso harían falta "presidentes autonómicos". Personas, insiste, en el Ejecutivo o en la dirección socialista, que "puedan ejercer un liderazgo". 

Otro barón plantea un movimiento en la línea de lo ya anunciado por Sánchez a su cúpula: "Más España y menos Madrid"

Otro barón sugiere un movimiento en la línea de lo ya anunciado por Sánchez a su cúpula del partido este lunes: ir más a los territorios, "más España y menos Madrid", y centrar las críticas en el PP y en su líder. El planteamiento de conectar más con las comunidades es también señalado por otra presidenta: se trata de "pensar en una estrategia ganadora en cada territorio y coordinada".

Todas estas son las ideas que los socialistas lanzan en privado mientras mascan amargamente la hecatombe andaluza, con la convicción de que hace falta un movimiento de timón, una nueva ruta hacia las elecciones autonómicas, municipales y generales de 2023 para que el mapa no acaba coloreado todo de azul. El riesgo está presente. "El farolillo está encendido. Nuestro peligro es que se interiorice la dinámica de cambio, el cambio de ciclo —apunta un cuadro territorial en una comunidad histórica—. Los barones y alcaldes están viendo las orejas al lobo porque la señal no es buena, aunque no estamos en 2011", cuando el PSOE sufrió una enorme derrota en los territorios que preludiaron su hundimiento en las legislativas posteriores. El partido busca oxígeno y aunque hay tiempo por delante, no es infinito.