El juzgado de instrucción número 21 de Barcelona ha admitido la querella de Òmnium Cultural por el espionaje que varios cargos de esta entidad han sufrido mediante el software Pegasus, dentro de la trama de independentistas cuyos movimientos fueron monitorizados por el Estado en un escándalo de espionaje que se conoce como 'Catalangate'. Esta es la primera denuncia que se acepta por parte de la justicia y comporta que el juez investigará lo sucedido, en lo que afecta a Òmnium Cultural.

La entidad cultural, que cuenta con el exvicepresidente de la organización Marcel Mauri, con la responsable del área de internacional Elena Jiménez y con Txell Bonet, periodista y compañera de Jordi Cuixart, como víctimas del asalto a sus teléfonos móviles, presentó la demanda el pasado 2 de mayo con la intención de "demostrar la involucración ilegal del Estado español en la trama de espionaje y abrir la puerta a una investigación que permita imputar a todos los organismos y poderes del Estado implicados".