36 días después de que Argelia congelara de facto las relaciones comerciales con España, ni Bruselas ni Madrid dan señales de estar cerca de resolver un conflicto que mantiene en tensión a los exportadores españoles con negocios en el país magrebí. 

La información escasea. La Comisión Europea y el Ministerio de Exteriores, consultados por este diario, rechazan dar cualquier tipo de actualización sobre los pasos que se están dando o la gravedad del impacto de la crisis comercial. Bruselas se remite a un comunicado emitido hace cinco semanas, cuando comenzó el conflicto. El ministerio que dirige José Manuel Albares asegura que el tema comercial es cuestión europea y que hay un tratado de la UE con Argelia.

Tampoco da datos actualizados la Secretaría de Estado de Comercio, como el número de incidencias reportadas o la tipología de los problemas con los que se están encontrando los empresarios españoles. Se remite este organismo a las palabras en el Congreso de los Diputados de su titular, Xiana Margarida, el pasado 29 de junio. En ella, dedicó cinco minutos de las dos horas de comparecencia a hablar de Argelia y del impacto que está teniendo en los exportadores españoles. El resumen no fue halagüeño: “Hemos visto una paralización prácticamente total de las operaciones de comercio exterior con Argelia”, dijo.

Crisis comercial

El pulso de Argel a Madrid se ha producido en el peor momento de la tensión energética derivada de la invasión de Ucrania. Los países europeos tratan de reducir su dependencia del gas ruso. “¿Está la Unión Europea dispuesta a penalizar a Argelia, un productor de gas, con lo que se nos viene encima este invierno?”, subraya a El Periódico de España el eurodiputado popular Antonio López-Istúriz. 

No creo que se llegue a la etapa de sanciones”, apunta por contra la europarlamentaria socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero. “Antes hay que agotar todos los procedimientos del acuerdo comercial, que incluyen un diálogo estructurado para la resolución de disputas donde hay comités y comisiones entre las partes”.

Pone como ejemplo la disputa que ha habido recientemente con Egipto y sus medidas proteccionistas ante las importaciones de cerámica españolas, impuestas desde 2016. La resolución ha llegado hace solo tres días. El Cairo ha levantado finalmente el bloqueo tras el acuerdo alcanzado con la UE, después de que Bruselas recurriera a la Organización Mundial del Comercio.

El caso argelino es más grave. ¿Tardará lo mismo en resolverse? “A veces los problemas más gordos se resuelven antes”, apunta Rodríguez-Piñero. Asegura, también, que los europarlamentarios no han recibido ninguna notificación desde la Comisaría de Comercio, como suele ser habitual en estos casos

El consejero comercial de la Oficina de la Embajada en Argel, Rafael Linde, habló el pasado día 4 ante empresarios de Zaragoza, según informa a este diario la papelera Saica Paper, que prefiere no desvelar el contenido de las conversaciones. “A día de hoy, no tenemos novedad” sobre la situación comercial, dicen. Para la compañía aragonesa, Argelia es su cuarto mercado, con un total de 110 millones de euros. “Insistimos en que no se pueden paralizar repentinamente las operaciones comerciales entre dos países”, y apuntan a que llevan “más de tres décadas construyendo relaciones comerciales muy positivas”. 

España exportó al país magrebí 1.880 millones de euros en 2021, según la secretaria de Estado de Comercio. 

Puntos violados

La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Margarida, sí contempla la posibilidad de sanciones para Argelia. “Es en este contexto en el que debería producirse la respuesta de Bruselas a Argelia por el incumplimiento del tratado comercial, incluidas la imposición de penalizaciones o sanciones”, dijo. 

El contexto es que Argelia puede haber incumplido tres puntos del acuerdo comercial con la UE: el artículo 17, que impide obstaculizar los flujos comerciales; el 38, que tiene que ver con los pagos corrientes y los movimientos de capital; y el 102, que impide discriminar a un Estado de la UE con respecto al resto (la carta -por la que se ordenó no permitir domiciliar transferencias bancarias- iba dirigida solo al comercio con España). 

Mientras avanza la situación, Xiana Margarida está “en contacto constante” tanto con Bruselas como con las empresas españolas. “Hemos realizado videoconferencias con las compañías y enviado notas informativas para que pudieran dar información a su gente. Yo misma he hablado con algunas empresas para tratar situaciones concretas de embarques en puertos e intentar solucionar en la medida de lo posible estas problemáticas más individuales”, afirma. 

El conflicto diplomático

El conflicto puramente diplomático no está en mejor situación. También ahí España ha pedido ayuda a la UE, en concreto al máximo responsable de la política exterior. El Alto Representante Josep Borrell aseguró al principio del enfrentamiento diplomático que la “unidad y la solidaridad dentro de la UE será clave en el mantenimiento de nuestros intereses y valores con otros países”, en referencia a Argelia. Un espaldarazo diplomático que destacó el titular de la diplomacia española, José Manuel Albares. 

Pero España sigue sin tener representación de Argel. El embajador argelino ante España, Said Moussi, que fue retirado el pasado 19 de marzo a modo de protesta, ha sido designado como nuevo representante de Argelia ante Francia, informa EFE. Deja Argel así vacante la legación diplomática en España. Una última consecuencia de la crisis diplomática por el cambio de postura dado por Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental, que se agravó el pasado 8 de junio cuando Argelia anunció la suspensión del Tratado de Amistad hispano-argelino.