El rey Felipe VI y la reina Letizia, acompañados de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, han vuelto a Santiago de Compostela este lunes 25 de julio, para realizar la Ofrenda al Apóstol por tercer año consecutivo (y la cuarta que realiza el monarca).

Felipe VI ha presidido la ceremonia que se celebra en la Catedral, como ya ocurrió en 2021, después de un lapsus de dos años en la que se tuvo que trasladar a las Iglesia de San Martiño Pinario por las obras de restauración en el interior de la basílica.

Felipe VI ha iniciado la Ofrenda con un recuerdo especial para las personas afectadas por los incendios forestales en Galicia y otras comunidades, y ha reivindicado el "carácter" que tiene España para superar las dificultades y salir adelante.

En su intervención en la Catedral, ha destacado "la complejidad de la situación actual" que vive el país, también a nivel económico, pero convencido de que seguirá sin doblegarse porque "España tiene carácter" y los valores de "un pueblo responsable, decidido, fuerte y solidario" al que nunca le ha faltado "ambición ni coraje".

También se ha referido a la invasión rusa de Ucrania, al abogar por mantener todos "unidos" los "valores cívicos, culturales y espirituales" del Camino de Santiago en esta etapa en el que "el horror de la guerra reaparece en el viejo continente" porque "la paz debe marcar el norte de nuestra brújula. Ahora y siempre", ha afirmado.

Revista a las tropas

El acto civil de recepción a los miembros de la Casa Real dio comienzo en la Praza do Obradoiro a las 12.00 horas, donde los monarcas pasaron revista a las tropas en el desfile previo a la Ofrenda. El monarca llegó pasados un par de minutos del mediodía y procedió a saludar a las autoridades allí presentes, entre ellas el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; las vicepresidentas primera y segunda del Gobierno, Nadia Calviño y Yolanda Díaz; el titular del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices; el alcalde de la capital gallega, Xosé Sánchez Bugallo; y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo; entre otros.

La comitiva accedió a la Catedral a través del Pórtico da Gloria en una comitiva dirigida por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, encargado de oficiar la misa.

Finalizada la ceremonia, el acto se trasladará al Pazo de Raxoi, donde Sus Majestades firmarán en el Libro de Oro del Concello compostelano.

Esta es la cuarta vez que el actual monarca se encarga de presidir la Ofrenda, tras hacerlo en 2021, 2020 y 2014. En el anterior Xacobeo, en 2010, fue su padre, Juan Carlos I, el que se encargó de esta labor, algo que hizo todos los Años Santos desde su coronación —1976, 1982, 1993, 1999 y 2004—.

Mensajes de los presidentes

También con motivo del Día de Galicia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha felicitado a los gallegos y ha instado a superar "juntos" los incendios que estos días asolan la comunidad.

"Felicitaciones a las gallegas y gallegos en el #DíaDeGalicia", ha escrito en gallego en su cuenta de Twitter, reivindicando "la fortaleza" que Galicia "demuestra siempre en los momentos de más dificultad".

"Juntos hemos vencido los mayores retos y así nos sobrepondremos también de esta adversidad", ha señalado Sánchez en este texto que va acompañado de una fotografía de un velero en el mar, con un monolito de piedra con el símbolo del Xacobeo en primer plano.

También el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha felicitado este día a todos los gallegos a través de las redes sociales.

"Aquí en Galicia lo celebramos todo", dice en gallego en su mensaje en Twitter, en el que recuerda que hoy, 25 de julio, es "la fiesta de todas las fiestas" para Galicia y desea un "feliz día" a toda la población.

El tuit va acompañado de un vídeo de la Xunta con el mismo argumento de las distintas maneras y ocasiones de celebrar de los gallegos.

Rueda ya apeló este domingo a la "unión" frente a los incendios, durante su intervención en el acto de entrega de las Medallas de Galicia, en el que comprometió apoyo a los afectados "para que puedan recuperar cuanto antes lo perdido" y advirtió que "los riesgos y amenazas se agrandan cuando encuentran a un pueblo fragmentado y desunido en pleitos inútiles".