Las cloacas de la Policía taparon en 2012 las evidencias que reveló el financiero Javier de la Rosa sobre la fortuna opaca del rey Juan Carlos I, según consta en las anotaciones del comisario José Manuel Villarejo, cuyas agendas son una guía del contenido de las grabaciones del ex mando policial, según ha podido confirmar El Periódico de España.

Las citadas notas manuscritas, los audios del comisario y un informe policial incluido en el caso de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el Pequeño Nicolás, muestran cómo De la Rosa acusó al menos en dos ocasiones, en 2012 y 2014, al entonces Jefe del Estado de haber recibido acciones de Abengoa, de Telefónica y Ence. Estas dos últimas empresas habían sido privatizadas poco antes por el Gobierno de José María Aznar.

El 10 de noviembre de 2012 De la Rosa mantuvo dos reuniones con Villarejo. Una por la mañana en el despacho del empresario y la segunda por la tarde en su propia vivienda de Barcelona. El comisario iniciaba sí lo que bautizó como Proyecto Barna, un plan parapolicial conocido como Operación Cataluña promovido desde el Ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy para buscar trapos sucios de los líderes independentistas catalanes. El ex mando policial describió los supuestos tejemanejes del expresidente catalán Jordi Pujol, y los de sus hijos, Oriol, Josep, Oleguer y Jordi.

Investigaciones judiciales

El financiero catalán denunció el patrimonio oculto de Jordi y Josep Pujol Ferrusola, pero también las presuntas irregularidades cometidas por Oriol Pujol con las ITV, y una operación financiera sospechosa de Oleguer Pujol, el benjamín del clan, a quien vinculó con la compraventa de las oficinas del Banco Santander. Los casos de corrupción denunciados por De la Rosa acabaron judicializados y uno de ellos, el de las ITV, se zanjó con una condena firme para Oriol Pujol de dos años y medio de prisión.

Al explicar el origen de la fortuna de Jordi Pujol Ferrusola, De la Rosa reveló al comisario que Dante Canonica y Arturo Fasana, cuyos nombres ya habían aparecido en el caso Gürtel por esconder el dinero del cabecilla de la trama, Francisco Correa, eran los gestores del dinero que supuestamente guardaban los Pujol en Suiza. Este financiero catalán aportó un dato relevante, que años después se acabaría confirmando: Canonica y Fasana también guardaban el dinero opaco del entonces jefe del Estado, Juan Carlos I de Borbón.

En concreto, tal y como descubrió la Fiscalía suiza, fueron los que crearon las fundaciones Zagatka (Luxemburgo) y Lucum (Panamá). Por el contrario, la investigación llevada a cabo en el caso Pujol no ha logrado encontrar ningún indicio de la vinculación de estos gestores suizos con la familia del expresidente catalán.

De la Rosa aportó en las reuniones que mantuvo con el comisario indicios sobre los supuestos ingresos del rey emérito Juan Carlos I con acciones de las empresas Ence, Abengoa y Telefónica, tal y como se puede leer en las agendas y ha podido confirmar El Periódico de España.

"ENCE, Telefónica y Abengoa"

No era la primera vez que De la Rosa relataba a alguien la vinculación del emérito con estas tres empresas, tal y como consta en un informe del caso del Pequeño Nicolás que transcribe otra conversación que también fue grabada. En este audio el empresario catalán, que pensaba que estaba hablando con un emisario del CNI, le aseguró al joven Francisco Nicolás Gómez Iglesias que el monarca había recibido acciones de estas firmas, con conocimiento del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, que había privatizado Ence y Telefónica.

"Fasana tiene en su cuenta 300 millones del rey [...]. Están los Albertos con el rey con 300 millones. Eso lo sabe Rajoy, al privatizar las cuentas, y al estar él metido en el lío de los 100 millones de KIO, dijeron, hay que cubrirlo, y Aznar a desgana concedió que se le dieran unos paquetes de acciones de Ence, Telefónica y Abengoa al rey. Y en esos paquetes, en Ence, están los Albertos representándolo, y en Teléfonica ahora está Almansa, pero están todos ellos, y en Abengoa está Aza, su hijo y los Benjumea. Y esos paquetes son los que él ha vendido después y ha hecho líquido, y eso fue lo que fue a defender en 'The New York Times' diciendo que no era verdad, pero tenían todos los papeles los del 'New York Times", relató De la Rosa, según consta en el sumario del caso del Pequeño Nicolás.

Según la información publicada por El Confidencial, la Fundación Zagatka, con la que el primo lejano del monarca Álvaro de Orleans sufragó viajes de Juan Carlos I por un valor de ocho millones de euros, obtuvo relevantes plusvalías con la compraventa de acciones de Ence, pues adquirió 85.000 participaciones por 223.000 euros en diciembre de 2008, y nueve meses después las vendió por 254.938 euros, lo que supuso una rentabilidad del 14%.

En 2011 Zagatka vendió más de 200.000 acciones de la papelera, empresa en la que los Albertos [Alberto Alcocer y Alberto Cortina], amigos del rey, tenían una posición de referencia. Tras ser objeto de una investigación por parte de la Fiscalía del Supremo, el emérito pagó 4.395.901 euros para regularizar su situación con Hacienda por los regalos de la Fundación Zagatka, que según Álvaro de Orleans no está vinculada con Juan Carlos I.

Conexión con Abengoa

Otras publicaciones aluden a la conexión "directa" que Juan Carlos tenía con Abengoa a través de su primo Carlos de Borbón y de su estrecha relación con la familia Benjumea, a los que les abrió todas las puertas en EEUU. Según Vozpópuli, Juan Carlos I colocó en la compañía andaluza en 2011 a su ex jefe en la Casa del Rey, Alberto Aza Arias, como miembro del consejo asesor internacional.

En las grabaciones, De la Rosa asegura también que los Albertos eran en realidad los gestores del dinero de Juan Carlos I. Y que habían obtenido esa responsabilidad tras la imputación del diplomático fallecido en 2009 Manuel Prado y Colón de Carvajal, persona de la máxima confianza del Jefe del Estado y encargado de gestionar las cuentas del monarca. En el caso Urbanor y otras causas vinculadas, como el caso KIO, se llegó a barajar la posibilidad de que el dinero que guardaba De la Rosa fuera en realidad de Juan Carlos I. Sin embargo, la justicia nunca llegó a señalar al monarca.

Precisamente, Villarejo escribe en su agenda que De la Rosa le dijo que la relación de los gestores suizos Canonica y Fasana con el rey se derivaba del caso Urbanor, que había dejado al descubierto a Prado y Colón de Carvajal. Este diplomático y De la Rosa fueron condenados en 2006 a uno y cinco años de cárcel, respectivamente, por el agujero de 375 millones provocado a la empresa Kuwait Investment Office (KIO). Parte del dinero no pudo ser recuperado.

Desvincular al Rey

Lejos de investigar estos hechos, la cloaca policial urdió un plan para tratar de desvincular al rey emérito del dinero desaparecido del caso KIO, tal y como adelantó El Periódico de España. En su agenda, Villarejo redactó su intención de que De la Rosa alejara a Juan Carlos I de este caso de corrupción. Como cometido, el comisario apuntó en su diario: “Citar que todo lo referido a Manuel Prado, miembros del Cesid –antecesor del CNI- le aconsejaron que también metiera a SM –su majestad- para hacer más presión, aunque el tiempo dejó claro que fue una trampa para blindarse del dinero del que fue despojado y aún reclama”. De esta forma, el ex mando policial pretendía que De la Rosa culpara al CNI de las noticias que aparecían en la prensa que vinculaban al emérito con el caso KIO.

Juan Carlos I, que abdicó en 2014, no fue objeto de ninguna investigación hasta que la Fiscalía del Tribunal Supremo abrió en junio de 2020 una causa contra él tras emitirse los audios de Villarejo en los que Corinna Larsen aludía a las supuestas mordidas que habría cobrado su examante. Las pesquisas acabaron archivadas por la inviolabilidad del monarca y por la prescripción de los delitos.

Por el contrario, todos los integrantes de la familia Pujol han acabado procesados en varios casos de corrupción, e incluso, en uno de ellos, el de las ITV, con una condena de dos años y medio de cárcel para Oriol Pujol