El 'expresident' Jordi Pujol ha sido hospitalizado en Barcelona debido a una alteración del lenguaje aguda propiciada por un ictusque han detectado cuando estaba en su despacho.

En un primer momento, el 'expresident' ha ingresado en el Hospital de Barcelona y después lo han derivado al Hospital Santa Creu i Sant Pau de la capital catalana, donde le han realizado pruebas para determinar el grado de afectación. Y, en este, los profesionales han determinado que el ictus ha sido provocado por la obstrucción de una arteria cerebral que le ha ocasionado la reducción del flujo sanguíneo.

Finalmente, le han efectuado un tratamiento endovascular para eliminar la obstrucción arterial, una intervención que ha acabado sobre las 21:30 horas, según fuentes del centro hospitalario.

No se teme por su vida, según fuentes cercanas a Pujol, pero habrá que esperar para conocer los efectos del tratamiento para conocer el alcance de las secuelas.

Historia del 'expresident'

Pujol, de 92 años, sigue apartado de la vida pública desde la confesión en la que admitió, hace ocho años, haber ocultado dinero en el extranjero. Con todo, en los últimos tiempos ha protagonizado más apariciones públicas y ha concedido alguna entrevista. El 'expresident' y su familia están a la espera de juicio por la ocultación del citado patrimonio familiar.

En concreto tanto Pujol como sus siete hijos están investigados por delitos de organización criminal o asociación ilícita, blanqueo de capitales, delito contra la Hacienda pública y falsedad documental.

La salud del 'expresident' ha pasado por diversas vicisitudes en los últimos tiempos y a los 92 años ha perdido capacidad auditiva y se ayuda de un bastón para caminar. Por su parte, su esposa, Marta Ferrusola, está aquejada de una demencia, motivo por el cual el juez de la Audiencia Nacional instructor de la causa contra la familia, Santiago Pedraz, la ha apartado de las actuaciones.

Del ostracismo a cierta autoafirmación

Durante los últimos años, Pujol ha mantenido un cierto ostracismo refugiándose en un pequeño despacho de la calle Calabria tras perder las atribuciones oficiales como 'expresident'. Desde ese despacho sigue al tanto de la actualidad y mantiene reuniones y contactos. También ha incrementado la vida social asistiendo a debates o presentaciones públicas. En una entrevista en Catalunya Ràdio, el pasado sábado, reconoció que, aunque ha hecho cosas "bien hechas, incluso muy bien hechas", algunas no le dejan "satisfecho".

Políticamente, Pujol confiesa a su círculo de confianza que ve con preocupación la situación de Cataluña ante la falta de un rumbo claro, pero elude dar consejos o manifestarse explícitamente en favor o en contra de determinados partidos, más allá de confesar su orfandad política por la inexistencia de Convergència. Pujol es partidario de que el nacionalismo catalán se repliegue para recuperar fuerzas tras el conflicto vivido con el Estado en el 2017.