El proyecto de ley de cooperación al desarrollo internacional continuará su trámite en el Congreso de los Diputados después de que este jueves una holgada mayoría del pleno haya votado en contra de la enmienda a la totalidad que presentó Vox.

Solo 53 votos ha recibido la enmienda de Vox, frente a los 294 que la han rechazado, por lo que el proyecto de ley, defendido en el debate previo por el ministro de Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, pasa a la fase de ponencia en comisión.

El proyecto de Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global fue aprobado por el Consejo de Ministros el 31 de mayo con la intención de que sustituya a la vigente ley en la materia, que data de 1998.

Albares ha sostenido que es "indispensable" actualizar la norma debido a los cambios en el panorama internacional del último cuarto de siglo, al tiempo que ha puesto en valor el compromiso de los españoles con la cooperación, ya que el 98 % apoya los esfuerzos por reducir la pobreza en el mundo, según el último Eurobarómetro.

El ministro ha puesto también como ejemplo de solidaridad la donación de 63 millones de dosis de vacunas anticovid y la acogida de 3.900 refugiados afganos y 140.000 ucranios.

La ley se adapta a la Agenda 2030 y fija que aumente hasta el 0,7 % de la renta bruta el presupuesto para cooperación dentro de ocho años, cuando, ha recordado Albares, en 2015 supuso el 0,12 % y en 2018 el 0,19, aunque para este ejercicio ha aumentado ya al 0,28.

Albares ha reseñado los aportes de oenegés, empresas, universidad y comunidades autónomas al proyecto de ley, que tuvo 53 aportaciones en su audiencia pública y ha incorporado 129 de las 133 propuestas.

La ley prevé una reforma de la Aecid, un fondo de desarrollo sostenible (Fedes) -que sustituirá al Fonprode- y un nuevo estatuto para los cooperantes que supla al aprobado en 2006.

Albares ha lamentado que "solo un grupo parlamentario va a contracorriente del sentir de la mayoría ciudadana", porque Vox "no se opone a esta ley, sino a la cooperación en sí".

"Mentiroso y faltón", le ha llamado por ello Víctor Sánchez del Real, al asegurar que Vox enmienda la ley por ir "contra la soberanía de España" al cedérsela a "entes internacionales" basándose en "mantras mundiales" en una suerte de "neocolonialismo globalista" con el que "intentan imponer su Agenda (2030) a otros países que todavía no han caído en la trampa".

El resto de portavoces han criticado a Vox por una enmienda que, han dicho, nada aporta ante la necesidad de una nueva ley, en lo que todos han coincidido.

Así, Paloma Gázquez (PP) ha dicho que apoyar la "bastante caótica" enmienda "sería el no por el no", cuando su partido es "constructivo".

De hecho, la diputada del PP ha pedido "talante" a Albares a la hora de negociar cambios en el texto, le ha brindado para ello su "mejor predisposición" y le ha recordado que su partido supo "ceder posiciones" cuando gobernaba en 1998.

Juan Ignacio López-Bas (Ciudadanos) querría una ley aun más ambiciosa, porque la Agenda 2030 "se ha quedado corta", y cree que Vox con la cesión de soberanía a entes supranacionales "se inventa un monstruo inexistente a ver si cuela".

"En otras cuestiones dan ustedes miedo, pero para el globalismo son un auténtico meme", ha espetado Pedro Honrubia (Unidas Podemos) a la bancada de Vox, mientras la exdiputada de ese grupo Meri Pita, ahora en el mixto, ve "eurocéntrica y racista" su visión de la cooperación.

La enmienda de Vox, según Belén Fernández Casero (PSOE), "rompe con los grandes consensos de décadas en políticas de cooperación al desarrollo", y es una muestra del "negacionismo y la agenda de odio de la extrema derecha", según María Carvalho (ERC).

El PNV también había presentado enmienda a la totalidad, pero la retiró antes del debate debido al acuerdo con el ministro para corregir el "enfoque centralista" durante el trámite parlamentario, ha explicado Josune Gorospe.