Alberto Núñez Feijóo clausuró la 25 reunión Interparlamentaria del PP tras un fin de semana en el que el partido congregó a más de 600 dirigentes en Toledo bajo la idea de que España “mira y espera ya” un Gobierno popular y acabar con “la resistencia de Sánchez”. El líder conservador pidió a sus filas prepararse para un nuevo ciclo político y aprovechar los meses que faltan “de oposición” para adelantar los planes y medidas que aplicarán en cuanto gobiernen. Con dosis de optimismo (a pesar del último CIS que sitúa al PSOE en cabeza), Feijóo confirmó la hoja de ruta por la que lleva apostando desde sus casi seis meses como presidente nacional del PP.

Y de nuevo apostó por lanzar una propuesta al Ejecutivo: “Le pido a Sánchez que negocie en serio un plan para hacer frente a la inflación, que combine un pacto de rentas acordado y corresponsable, y una bajada del IVA de los productos básicos”. El ofrecimiento devuelve al foco el debate sobre las cargas de la crisis energética, sobre el que Feijóo no ha terminado de pronunciarse con claridad. Mientras el Gobierno sigue reprochando a los empresarios “no arrimar el hombro”, Feijóo puso el acento en que el acuerdo debe conllevar “corresponsabilidad”.

La bajada del IVA a los productos más básicos de la cesta de la compra es la alternativa del PP a la polémica idea de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que ha mantenido varias reuniones de trabajo para proponer un límite en el precio de algunos alimentos que ha molestado mucho a algunos ministros socialistas. Los populares creen que el alivio para las familias debe ser una nueva rebaja de impuestos, e igual que en la energía, apuntan al IVA para aquellos productos más esenciales del día a día.

Si por algo sacó pecho Feijóo ante los suyos fue una vez más por las “medidas copiadas” al PP desde el Gobierno “después de insultarnos y criticarnos”. “Han rechazado todas las propuestas solo por venir del PP. La bajada del IVA de la luz y después del gas era una sinrazón y acabaron haciéndolo. Ayudar a los vulnerables era populismo y acabaron aplicando las ayudas directas que pedíamos. Tampoco era buena idea ayudar a las empresas de cogeneración y ya lo han anunciado. La única política del Gobierno para paliar la inflación es insultar al PP y después copiar nuestras propuestas”, zanjó el dirigente gallego en mitad de los aplausos de sus cuadros.

Cordialidad lingüística

El líder conservador clausuró la reunión de su partido mientras transcurría en Barcelona una manifestación en defensa del castellano en Cataluña. La secretaria general, Cuca Gamarra, fue la principal representante del PP en la ciudad condal acompañada de los dirigentes catalanes y de la exportavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, Feijóo ha cosechado importantes críticas de partidos rivales como Ciudadanos y Vox estos días, precisamente, por ausentarse. “Nuestro partido tenía que estar allí. Nos hemos dividido para hacerlo y los que estamos aquí hoy (en referencia a Toledo) también estamos allí”, aseguró el dirigente justificando su posición.

Por si quedaba alguna duda, Feijóo volvió a recalcar la posición del PP en el debate lingüístico, tal y como ya anunció en el congreso de Sevilla en el que resultó elegido como nuevo presidente nacional: “Me pronuncié de forma explícita. Nuestro proyecto, en lo que se refiere a este asunto, es de cordialidad lingüística para todas las comunidades que tienen el privilegio de ostentar dos lenguas. Nadie en Cataluña tiene derecho a revolverse porque haya personas que decidan hablar en español, y nadie en el resto de España tiene derecho a molestarse porque haya catalanes que hablen catalán”, dijo a todos sus dirigentes.

La clave, según repitió el líder conservador, debe ser “que nuestros hijos aprendan las dos lenguas y en libertad hablen la que ellos quieran”. “Conocimiento y libertad”, dijo en más de una ocasión. También envió recados al PSOE, “a aquellos que aún mantengan sentido de Estado”, dijo, “que ayuden al PP para volver a las políticas de Estado, también las lingüísticas”. Y al independentismo también le advirtió: “Mientras seamos oposición acudiremos a la justicia como ya hemos hecho interponiendo un recurso de inconstitucionalidad. Y cuando estemos en el Gobierno aplicaremos todas las herramientas del Estado de Derecho para conseguir la cordialidad lingüística”.